El origen oficial de este patronato surge en 1953, en país de posguerra en el que el catolicismo era una cuestión vertebral del Estado nacional-católico que sentaba las bases morales del directorio del General Franco.
Por entonces, el Estado Español era un país absolutamente distinto en muchos sentidos, política, organización territorial, cultura y sociedad estaban muy condicionados por el régimen y por la historia reciente. Si leemos las publicaciones de la época, escuchamos los discursos políticos, e incluso los libros de texto, podemos constatar que la religión permeaba todos los estamentos. Si la propia política había sido invadida por el catolicismo, los cuerpos de bomberos no podían quedar al margen de dicha influencia y era cuestión de tiempo que ello se manifestara de alguna forma.
Hoy en día, el santoral no rige la vida de la mayoría de los ciudadanos, aunque todavía tiene mucha influencia, no en lo moral, sino en lo laboral, ya que los festivos relacionados con el cristianismo siguen vigentes en buena medida, pero por entonces era una cuestión bastante seria y que incluso podía ocasionarte problemas sociales, laborales e incluso penales si alguien consideraba que conspirabas abiertamente contra ello. En este sentido, había patrones para múltiples oficios y todas las localidades tenían (y aún tienen la mayoría) un patronato, es decir, un santo patrón o patrona. Los mineros tenían a San Lorenzo, los pescadores y marinos militares a San Pedro, los policías a San Ángel Custodio… y los bomberos se preguntaban cuál de ellos podría hacer lo propio con su colectivo. Un colectivo que llevaba prestando servicio desde 1515, bajo diferentes denominaciones y regímenes (aunque muchísimo antes ya dio comienzo la profesión, nada menos que en la Hispania Romana con los cuerpos de Vigiles), y que desde hacía escasamente un siglo ya se habían consolidado como cuerpos municipales reconocidos por las leyes de régimen local, y como profesionales conocidos y respetados por toda la población. A principios del S XIX dejaron de ser zapadores para pasar a ser bomberos de mutuas de previsión, y a finales del mismo siglo dicha prestación mutualista pasó a ser municipal, surgiendo los bomberos municipales (y los mangueros). A mediados del S.XX el modelo municipal era el sistema de cuerpo de bomberos más extendido. Y así continuó hasta su expansión provincial y multiplicación exponencial de plantillas en los años 80, llegando incluso a la cración de cuerpos autonómicos a finales de siglo.
Desde finales del S.XIX, varios cuerpos por su cuenta rendían homenaje a San Juan de Dios de forma oficiosa, ya que de entre todo el santoral, este personaje era famoso por un episodio relacionado con un incendio en el que él intervino, y que lo hacía especialmente interesante para ocupar el puesto de patrón de los bomberos.
A principios de los 50 ya había llegado alguna sugerencia formal al Ministerio, pero con escaso éxito. Ninguna de las principales ciudades lo había solicitado formalmente, que era donde se situaba la inmensa mayoría de la plantilla estatal de bomberos en aquella época.
La iniciativa no se tomó en serio hasta que hicieron lo propio los bomberos del ayuntamiento de la entonces ciudad española de Barcelona, que era una de las urbes más pobladas y con mayor influencia en todos los sentidos. Los bomberos de dicha ciudad hicieron la petición a su alcalde, el cual elevó la petición al Gobernador Civil de la provincia, que tenía conexión con el Ministerio de la Gobernación. Esto le dio el empuje definitivo.
Tras el estudio del requerimiento por parte del Director General de la Administración Local, dependiente del Ministerio de la Gobernación, finalmente se dio por buena la petición, saliendo publicada en el BOE nº 183 de 2 de julio de 1953.
A partir de entonces, el día 8 de marzo, en todos (o casi todos) los parques de bomberos del Estado se vienen realizando actividades de hermanamiento, de puertas abiertas, comidas de hermandad, etc.
Hoy, en la práctica casi se ha dejado de relacionar con el santoral y es simplemente, «el día de los bomberos».
Tras una vida dedicada a lo que podría llamarse uno de los primeros hospitales de caridad, y a pesar de que el incendio por el que se le reconoce la heroicidad ocurrió el 3 de julio de 1549, San Juan falleció el 8 de marzo de 1550 a la edad de 55 años, y fue esta última fecha la que se escogió para el santoral.
Veamos lo que decía este boletín oficial…
MINISTERIO DE LA G O B E R N A C I O N
Dirección General de Administración Local
Accediendo a las peticiones de los Cuerpos de Bomberos de considerar oficialmente a San Juan de Dios como Patrón de los mismos.
Excmos. Sres.:
A iniciativa del Cuerpo de Bomberos del Excmo. Ayuntamiento de Barcelona, los de ótros muchos Ayuntamientos han elevado a este centro su deseó de que en forma oficial se considere a San Juan de Dios Patrón de todos ellos, como ya está proclamado por algunos de» los citados Cuerpos en particular.
Tienen su fundamento tales anhelos en un conocido episodio de la abnegada vida del Santo, a mediados del siglo XVI,. con motivo del incendio ocurrido en el Hospital de Granada.
Declarado en el edificio un voraz incendio, imposible de atajar con los medios de que entonces se disponía, en medio de ia indecisión y desconcierto que ¿e había apoderado de toaos los presentes, el Santo, con admirable arrojo, se lanzó a través de las llamas, empezando Por salvar a los enfermos, que gritaban implorando socorro; luego libró del fuego camas, sábanas, cobertores y demás mobiliario y enseres y, por último, empuñando un hacha, subió a los tedios más altos cortando vigas y maderos para impedir la propagación, del fuego.
Envuelto por las llamas y el humo ya se lamentaba por todos su pérdida cuando reapareció vivo casi milagrosamente. Únicamente sus cejas quemadas no volvieron a repoblársele: marca indeleble que le quedó del glorioso episodio.
Esta Dirección, que se cree en el deber de recoger las aspiraciones ideales de los funcionarios en todos los órdenes, considerando muy justificada la petición, ha resuelto:
1.° Acceder a los deseos de los Cuerpos de Bomberos de considerar a San Juan de Dios Patrón dé los mismos.
2.° Señalar, en principio, el día 8 de marzo, día de la festividad del Santo, para que los Cuerpos de Bomberos puedan honrar anualmente a su patrón.
3.° Que la presente se Publique en el BOLETIN OFICIAL DEL ESTADO y en el «Boletín Oficial» de las provincias para general conocimiento.
Dios guardo a W . EE. muchos años.
Madrid, 28 de junio de 1953
El Director general, José García Hernández
Excmos. Sres. Gobernadores civiles de todas las provincias
Hoy en día esta celebración sigue vigente, y aunque en origen tuviera una causa religiosa, lo cierto es que ha ido evolucionando hasta llegar a ser la escusa perfecta para que los bomberos y sus familias se reunan, al menos, una vez al año y pasen una velada juntos.
Podemos decir que, independientemente de su origen, si sientes algo por este colectivo, si eres bombero o si cuando ves un camión de bomberos te late el corazón, el 8 de marzo es tu día.
Por y para bomberos
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