En este artículo quisiera hacer referencia al trabajo fin de grado del compañero Marc Esplugas, bomber de Catalunya, cuyo contenido es de interés para la prevención de riesgos laborales del colectivo de bomberos.
Un trabajo que le da un repaso a las últimas investigaciones en materia de riesgos asociados a la contaminación derivada del humo de los incendios y que nos muestra, además, cómo se las arreglan en otros servicios europeos para mantener a raya dichos riesgos y proteger la salud de los bomberos.
Leamos el abstract para hacernos una idea de su contenido:
Sin lugar a duda, trabajar de bombero es una actividad de riesgo. La misión de este colectivo es velar por la seguridad de las personas, los bienes y la naturaleza. Con esta voluntad, los bomberos y las bomberas deben resolver servicios muy diversos (extinción de incendios, rescates, fugas de gas, patologías de la construcción, sustancias peligrosas…), enfrentándose así a numerosos peligros durante su actividad diaria.
En las intervenciones en incendios, los bomberos se exponen a una gran cantidad de tóxicos, a menudo invisibles e imperceptibles para los sentidos humanos. Este peligro invisible puede producir efectos extremadamente nocivos para el organismo. Así pues, es posible que el mayor peligro al que se enfrentan los bomberos y las bomberas en su actividad diaria sea aquel que no pueden ver.
El objetivo principal de este trabajo es informar y concienciar a todos los bomberos y bomberas, con formación académica muy heterogénea, sobre los peligros de los humos generados en los incendios y proporcionarles procedimientos para minimizar su exposición. Dicho de otra manera, este Trabajo de Final de Grado (TFG) pretende concienciar a todas las partes interesadas (bomberos, organizaciones, administraciones…) de la importancia de mejorar la calidad de vida de este grupo de profesionales del fuego.
El presente documento, escrito desde la perspectiva de un bombero, aborda diferentes aspectos:
En primer lugar, trata la etiología y la epigenética del cáncer, los disruptores endocrinos, los peligros específicos derivados de la exposición de las bomberas al humo y la toxicocinética de los tóxicos relacionados con los incendios.
En segundo lugar, se centra en los estudios sobre epidemiología del cáncer en bomberos, haciendo hincapié en los de biomonitoreo. Estos últimos han sido fundamentales para que, en junio de 2022, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) haya clasificado la actividad profesional de los bomberos en el grupo de máximo riesgo (Grupo 1) como probadamente cancerígena para los humanos.
Finalmente, en el anexo del trabajo, se presentan diferentes modelos de gestión de la contaminación generada en los incendios utilizados por organizaciones de bomberos referentes en este ámbito.
A partir de los resultados obtenidos en este trabajo, la gestión de la contaminación generada en los incendios debe ser una prioridad absoluta para cualquier organización, para la cual la salud y el bienestar de sus bomberos y bomberas sea una prioridad.
He de decir que a la hora de leerlo hay que ponerse en situación ya que se trata de un trabajo de investigación y contiene bastantes dartos técnicos; pero más allá de que tiene que abordar aspectos puramente científicos relacionados con la biología, la verdad es un texto que logra ser ameno y que invita a seguir leyendo, sobre todo porque la temática es de gran interés para todos nosotros. Mi enhorabuena a su autor, teniendo en cuenta además, que está haciendo una serie de ponencias en distintos cuerpos de bomberos, habiendo hecho ya en Catalunya, en Euskadi y en algunos cuerpos de bomberos de varias provincias de España, mostrando los resultados de su trabajo, compartiendo experiencias y haciendo una labor divulgativa digna de agradecer.
Tras su lectura, llego a varias conclusiones:
1- Los contaminantes presentes en el hollín tienen una clara relación con cambios celulares que pueden conducir a desarrollar cáncer.
2- La IARC ha establecido que nuestra profesión debe clasificarse como “probada relación con el cáncer para humanos”, encuadrándola en el Grupo 1. Esto significa que ya no cabe duda de que hay una relación inequívoca entre el humo con el que entramos en contacto en los incendios y el desarrollo de cáncer.
3- La vía de contaminación cutánea es más importante de lo que nos pensamos.
4- Tenemos que tener mucho cuidado con las revisiones post-incendio, que a todos nos consta que en demasiadas ocasiones seguimos tragando humo innecesariamente.
5- Existen varios servicios en la UE que se han tomado muy en serio esta problemática y han implantado leyes, procedimientos y herramientas de trabajo para minimizar todo lo posible estos riesgos.
6- Tenemos que ponernos las pilas en cada servicio y trabajar e insistir para que se implanten procedimientos de trabajo que permitan evitar estos riesgos de forma eficaz y en toda su dimensión (parques, vehículos, materiales, equipamientos, procesos y personas).
Se trata de un trabajo, de verdad, muy interesante y que, con permiso de Marc, os hago llegar a todos.
¡Por separado somos invisibles, juntos somos invencibles!
Por y para bomberos
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