Tras un golpe o accidente ¿Dónde haces el parte?

Creo que todos hemos observado alguna vez la típica escena en la que un coche ha alcanzado a otro por detrás y ambos conductores se encuentran en plena calzada, justo en el lugar en el que ha ocurrido el alcance, rellenando el parte de accidente para las compañías aseguradoras, llamando por teléfono, y en definitiva, realizando todas las gestiones relacionadas con el suceso sin mover ni un ápice ninguno de los vehículos, ignorando por completo dónde se encuentran emplazados, el estado del tráfico, y sin comprobar ni asegurar unas condiciones que les permitan seguir allí emplazados con seguridad.

Fuente: http://sosaccidenta2.com/indemnizacion-por-accidente-de-trafico.html
Si nuestros vehículos se pueden mover, es decir, no presentan ninguna imposibilidad mecánica que impida movilizarlos a un lugar seguro, resulta absolutamente imprescindible hacerlo. En la mayoría de alcances podemos decir que es así. Un coche choca con otro, el maletero del de delante y el capó del que choca resultan dañados, pero los vehículos pueden moverse y ser situados en un lugar seguro, apartado de la calzada. Y una vez allí, entonces, y sólo entonces, realizar todas las tareas necesarias relacionadas con el parte de accidente, llamadas, etc.
Quedarse exactamente en el lugar donde ha ocurrido el alcance, bajo la supuesta creencia de que si se mueven los vehículos va a resultar difícil demostrar lo sucedido, supone una auténtica temeridad, y está sucediendo producto del desconocimiento y del llamado aprendizaje vicario, mediante el cual los seres humanos copiamos lo que hacen los demás, y por las, tan extendidas, “distorsiones cognitivas” implícitas en el saber popular (o creer saber), que favorecen que no caigamos en que muchas veces determinadas conductas sociales no tienen por qué ser las más correctas.
¿Acaso crees que lo que hace la mayoría siempre es lo correcto? Si es así sigue leyendo. En caso contrario, sigue leyendo también…
Son innumerables las ocasiones en las que tras un atasco se produce un alcance en una carretera (autovías, autopistas, vías interurbanas, carreteras nacionales, avenidas…). Tras el suceso, los conductores salen de los vehículos y ninguno de ellos se fía de mover el vehículo porque no tiene muy claro qué puede pasar si lo moviliza, de manera que ambos deciden implícitamente dejarlos tal cual y ponerse a rellenar el parte de accidente allí mismo. Uno de ellos coloca un triángulo de señalización “donde puede” (la mayoría de veces a una distancia peatonalmente razonable, pero muy corta desde el punto de vista vial), y ambos se disponen a llamar a su seguro y pedir consejo sobre cómo proceder con el parte. Mientras tanto, las familias permanecen dentro de los coches, e incluso salen de sus vehículos para apoyar al conductor en las tareas, y proporcionarle el apoyo moral necesario (y no dejarlo solo ante el otro conductor, que muchas veces está visiblemente enojado por haber sido alcanzado…). A todo esto el atasco va desapareciendo hasta que llega un momento en el que el tráfico fluye. No obstante, en ese momento todavía no han terminado las gestiones por parte de los conductores, y sin haberlo pretendido se encuentran con una situación que presenta graves problemas de seguridad:
- Se encuentran estacionados en plena calzada en una vía por la que ahora circulan vehículos a gran velocidad.
- Las condiciones de visibilidad y señalización puede que no se ajusten a la velocidad que llevan los vehículos que circulan por dicha vía.
- Si quieren movilizar los vehículos y ponerlos en lugar seguro se encuentran con que en estos momentos resulta muy peligroso.
- Sus familiares o amigos se encuentran en el interior del coche, sin cinturón (ya que se encuentran supuestamente estacionados) y a merced de que otro vehículo les alcance, eso sí, ahora a gran velocidad.
En este caso aumentan considerablemente las posibilidades de que el “incidente” que hemos sufrido se transforme en un verdadero “accidente” en el que no sólo haya que lamentar pérdidas materiales.
Para muestra un botón…
¿Cuándo se han de inmovilizar los vehículos?
- Cuando hay víctimas mortales
- Cuando existen heridos de consideración (fracturas, hemorragias graves, desvanecimientos, coma…)
- Cuando los vehículos presentan deformaciones o averías que lo imposibilitan
- Si existe riesgo de vuelco o cualquier otra circunstancia que ponga en riesgo la seguridad de los ocupantes y usuarios de la vía
En caso de que nuestros vehículos no puedan moverse:
- Colocaremos los 4 intermitentes de emergencia y dejaremos encendidas las luces.
- Nos colocaremos el chaleco reflectante (Nuestra visibilidad aumenta a 150 m, si no puede que no pase de 20 m de noche).
- Llamaremos inmediatamente al 112 y daremos aviso para que movilicen las fuerzas de seguridad y los servicios de carretera.
- Si nos encontramos en una autovía, colocaremos un triángulo en el arcén mirando hacia los coches que se aproximan, mínimo a 50 m (unos 100 pasos), siempre que sea visible a 100 m, si no, podemos dejar ese triángulo a 50 m (esto es una opinión personal) y colocar el segundo que llevamos en una posición algo más retrasada, cuando aseguremos su visibilidad a 100 m. Así mejoraremos la visibilidad sin incumplir la legislación.
- Si nos encontramos en una carretera de doble sentido, colocaremos un triángulo por delante y otro por detrás, siguiendo las mismas reglas de distancia y visibilidad (50 m de distancia mínima de nuestro coche y 100 m de visibilidad).
- Siempre que se pueda hacer con seguridad, tanto los ocupantes como los conductores se emplazarán en lugar seguro fuera del vehículo y de la calzada. De lo contrario se ha de permanecer dentro del vehículo con el cinturón abrochado.
- Esperaremos a las fuerzas de seguridad y seguiremos sus instrucciones.
- En caso de duda volver a llamar al 112 antes de tomar ninguna decisión incorrecta.

Fuente: https://autoescuelasilleda.wordpress.com
Si no se dan estas circunstancias y podemos movilizar los vehículos:
- No es necesario, en absoluto, hacer el parte en el mismo lugar del accidente para que un perito pueda demostrar técnicamente cómo ha sucedido.
- Es necesario apartarse y posicionarse en lugar seguro para realizar las gestiones oportunas, preferiblemente fuera de la carretera en lugar seguro (no en el arcén, sino salir de la vía).
- El porcentaje de atropellos con resultado de muerte es muy elevado tras los accidentes en carretera (un 16%). Así que no es nada aconsejable salir del coche.
- Si no nos fiamos de que el conductor que nos alcance se dé a la fuga a la hora de reposicionarnos…sería interesante hacer alguna foto con nuestro móvil a la matrícula del coche contrario (sin bajar de nuestro coche).
- Para ello, si vamos solos, podemos distanciarnos lentamente lo suficiente como para verla por el retrovisor y hacerla entonces (aunque esté al revés), intentar hacerla mirando por el cristal trasero, o pedirle a algún acompañante que la haga sin salir del coche. Una vez la tengamos, haremos señas al conductor para que nos siga fuera de la calzada. Si se da a la fuga, intentaremos hacerle alguna más, y a ser posible a alguna matrícula de los posibles testigos, y pondremos el caso a disposición de la policía, y al menos tendremos algo con lo que recurrir (porque como vayas sólo contando una historia prácticamente lo tienes perdido).
En todo caso, la seguridad para las personas implicadas supera con creces cualquier repercusión económica que pudiera derivarse de habernos movido del sitio. Planteamiento que, encima, está absolutamente infundado. Por tanto, abandonemos la insana costumbre de quedarnos haciendo el parte de accidente en el mismo punto exacto donde ha tenido lugar, bajar del coche y arriesgar nuestras vidas absurdamente.
Pues la casualidad a veces nos da cosas, pero a veces también nos quita. Y estas suelen ser más importantes que las primeras…