Intervención en tentativa de suicidio

Hablamos de tentativa de suicidio a toda situación en la que existe una persona que planea acabar con su vida y que, por las circunstancias de la misma, tiene posibilidades de hacerlo de forma inmediata.
Una cosa es la ideación suicida (pensar en ello, autoconvecerse y planificarlo), otra es la tentativa de suicidio (estar en situación de llevarlo a cabo) y la última es el suicidio(hecho consumado).
La tentativa incluye esa fase previa de ideación suicida, en la que la persona se convence a sí misma de que la mejor o la única alternativa es acabar con su vida de forma voluntaria y controlada por ella misma. Finalizando así con los problemas que le acucian, ya sean de índole interna o externa, sobre los cuales considera que ha perdido todo tipo de control, y van a permanecer en el tiempo haga lo que haga. Saber detectar esta fase es fundamental para familiares y allegados, permitiéndonos poder”cogerlo a tiempo” y evitar la consolidación de estas convicciones en el esquema mental del individuo.

Por tanto, la detección y la participación de un profesional de la salud mental son absolutamente fundamentales en esa fase previa de ideación suicida.
Los motivos que pueden llevar a una persona a plantearse el suicidio son bastante diversas y complejas. La ideación suicida puede acompañar a la persona de forma latente durante un tiempo relativamente largo, o tratarse de algo puramente agudo e intenso, surgido tras un acontecimiento puntual sobre el cual la persona considera que ya no hay vuelta atrás. Es decir, no existe un proceso estándar. No obstante, respecto de aquellos procesos más madurativos y prolongados en el tiempo sí que podemos tener en cuenta algunas claves que nos pueden servir de alerta.
Las claves pueden ser las siguientes, sobre todo si se unen varias de ellas en el tiempo:
- Referencias al suicidio, o justificaciones sobre la necesidad del mismo en determinadas ocasiones (entiendo que se suicidase esa persona...creo que el suicidio es una buena opción según el caso...).
- Visitas a familiares y amigos de forma consecutiva, con mensajes de disculpa por hechos del pasado, y muestras de afecto similares a una despedida.
- Deshacerse de posesiones, cuentas en RRSS y recuerdos familiares, hacer testamentos sin decírselo a nadie, poner en orden asuntos que pudieran resultar problemáticos para la familia una vez que ya no esté...
- Aislamiento (no responden a las llamadas, no acude a reuniones familiares o de amigos, etc.).
- Problemas de salud (dolores de cabeza, pérdida de apetito, insomnio, dolores osteomusculares, desarreglos digestivos...).
- Acumulación de medicamentos, drogas o compra de algún arma.
- Estado mental deprimido, falto de energía y vitalidad (quedarse en la cama mucho tiempo), con cambios de humos repentinos, con picos de alegría exagerada, y descensos acusados del estado de ánimo.
- Ensayar el suicidio (Visitar la zona para precipitarse, buscar puntos donde atar una soga, , etc.). Incluiremos en este apartado las posibles conversaciones que pueda hacer surgir el individuo respecto de métodos de suicidio, sus pros y contras, etc.
- Y paradójicamente, un indicador bastante interesante:
- El punto de mejora tras haber estado en situación de tentativa de suicidio, o ideación suicida grave. Es decir, el periodo en el que el individuo se recupera mentalmente, recupera la energía y capacidad de volver a planificar el suicidio. Ahí puede aumentar el riesgo. Los expertos dicen que los 12 meses tras la hospitalización son los más críticos en cuanto a la reconsideración del suicidio.
En este proceso van a influir variables personales, culturales, sociales, biológicas, emocionales, económicas, laborales… y de esa interacción persona/ambiente va a depender el desarrollo de la ideación suicida, cobrando fuerza las posibilidades de que se transforme en un hecho consumado.
Los bomberos poco podemos hacer en la fase de ideación, excepto que se trate de algo de nuestro entorno personal. Nos centraremos en la fase de tentativa, en la que debido a las circunstancias de la misma (riesgo de caída o de difícil acceso fundamentalmente), las FFCCSS solicitarán nuestra colaboración.
¿Tienes dudas acerca de quién tiene las competencias en tentativa de suicidio? ¿Tenéis un procedimiento de actuación en tu servicio? ¿Habéis recibido formación al respecto?..

¿Cómo debemos intervenir en tentativa de sucidio?
Estas preguntas la he respondido esta semana mediante la realización de un curso realmente excepcional.
Estudiar este asunto “on line” tiene las suficientes limitaciones como para contemplarlo como algo secundario, complementario, introductorio. Llamémosle como queramos. Hay muchísima documentación al respecto. Pero este tema es lo suficientemente complejo como para requerir un formación práctica, con simulaciones de situaciones reales, donde se pongan a prueba emociones, situaciones complejas, y donde el equipo deba lidiar con los riesgos inherentes a la situación (precipitación, lesiones, resistencia del individuo, incluso ataques personales..), y a su vez con las emociones que acompañan al sujeto y que influyen significativamente en la conducta del equipo.
Por ello, recomiendo encarecidamente que se solicite el Curso de Actuación Ante Tentativa de Suicidio que imparte el compañero Carmelo Vega Terceño. Y que podamos aprovechar los conocimientos y experiencias de un verdadero experto en la materia que, a su vez, es un pedazo de compañero y una gran persona.
¡Gracias Carmelo!


Una respuesta
Hay un gran trabajo detrás de todo esto.
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