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REGULACIÓN Y COORDINACIÓN DE LOS CUERPOS DE BOMBEROS AUTONÓMICOS

Cuerpos de bomberos “españoles”

En primer lugar, antes de pasar a describir el déficit regulador y las necesidades de coordinación, hemos de tener claras algunas cuestiones relacionadas con la situación actual del estado autonómico y la realidad desintegradora del concepto de “cuerpos de bomberos españoles”, y enfrentarla con realismo y decisión, si miedo, ni prejuicio o ánimo de hacer consideraciones ideológicas o políticas. 
Como iba diciendo, si nos despojamos de prejuicios e ideologías políticas limitantes, y analizamos la actual situación de lo que antaño se podía considerar “España”, podemos darnos cuenta de que existe una clara fragmentación que ha configurado un nuevo mapa nacional, y desde el punto de vista práctico, ya no es cierto que la regulación y coordinación de los cuerpos de bomberos pueda o deba abarcar todos los territorios de la España de antaño, dentro del actual estado de las autonomías. En este sentido, ¿qué se ha de considerar “cuerpos de bomberos españoles”? ¿els Cossos de Bombers dels Països Catalans? ¿Suhiltzaileak de Euskal Herria?, ¿Bombeiros de Galicia?, ¿Bomberos de las Islas Canarias? ¿de Burgos quizá?

A pesar de que todavía quedan componentes que se pueden considerar españoles en algunos de los territorios mencionados”, la tendencia política está claramente orientada hacia la potenciación del nacionalismo secesionista, y cada vez más diputados y ciudadanos de estas naciones creen en la necesidad de avanzar en el autogobierno y en la desconexión con “el Estado”, y tarde o temprano lograrán una mayoría social y parlamentaria para que eso se produzca, de eso no me cabe duda. 

El quid de la cuestión no es si ocurrirá o no, sino cuándo tardará en llegar; porque ocurrir que tengamos todos claro que va a ocurrir, y el Congreso no va a hacer absolutamente nada porque no tiene ni tendrá capacidad alguna para impedirlo. Los modelos catalán y vasco se están extendiendo a otros territorios con lengua propia, y también a Canarias, sin posibilidad alguna de pararlo por nada ni por nadie, y es que es la propia ciudadanía la que lo considera oportuno.

Personalmente creo que existe lo que podríamos considerar una nación española (parte azul del mapa), pero también se ha extendido fuertemente la identificación con otras nacionalidades junto a la idea de que actualmente se encuentran, digamos, “atrapadas” en el denominado “Estado Español” y que, de momento, no tienen más narices que ser partícipes de la política española, hasta que algún día puedan seguir su propio camino. Esto es bastante incongruente con la tendencia globalista actual, pero creo que eso no va a impedir que España siga ese particular desarrollo hasta desintegrarse y transformarse en otra cosa; quedando finalmente en la parte azul del mapa tarde o temprano. Y es que buena parte de la ciudadanía ha sido convencida de que es mejor renunciar a sus derechos como españoles y limitarlos a un territorio más pequeño gobernado por sus iguales y, sobre todo, en su lengua materna. 

Los países de nuestro entorno disponen de normas estatales que sientan las bases e incluso coordinan de forma centralizada muchos de los aspectos operativos de los cuerpos de bomberos, de forma que quede garantizada la prestación de dicho servicio en todo su territorio nacional, permitiendo una gran autonomía de funcionamiento, pero sentando las bases de ese servicio público esencial a todos sus ciudadanos. Aquí no puede ser porque esa “ciudadanía” ya no se contempla única; son como mínimo 5 nacionalidades y ciudadanías diferenciadas (cuando no surja alguna más). España, Països Catalans, Euskal Herria, Canarias y Galicia.


PD. la parte azul no tiene bandera, ni himno, ni forma de estado claramente definida todavía, pero es lo único que puede llamarse España sin demasiados problemas

¿Qué repercusiones tiene esto de cara a regular los cuerpos de bomberos? pues cuando uno se pone manos a la obra, se mueve y habla con los políticos del Congreso, le dedica muchas horas y días con el objetivo de regular una profesión con una clara falta de regulación propia, descubre que la fragmentación social que se ha ido desarrollando desde la Transición hasta ahora, es uno de los principales factores que influyen en el desarrollo de una legislación estatal en materia de bomberos. Es decir, todas estas discusiones ideológicas y problemas existenciales que nos introducen en la TV todos y cada uno de los telediarios desde hace décadas, no se queda en paja informativa, sino que se traduce en algo objetivable por todo aquel que intente sacar adelante una iniciativa “estatal”, como ha sido el caso de intentar lograr una ley marco. 

Y es que, a mi modo de ver, existen dos problemas paralelos:

– Primero: que un número importante de diputados del Congreso, que abiertamente no se sienten españoles están claramente al servicio de la secesión o desarrollo paralelo de sus respectivas naciones; resulta que tienen un papel relevante a la hora de sacar adelante iniciativas parlamentarias de calado estatal (no sólo normas para bomberos), teniendo un importantísimo papel en el desarrollo de un estado autonómico desigual que, en mi opinión, agoniza como estado unitario.

– Segundo: que los partidos que, en principio, tienen una vocación estatal, están en una permanente GUERRA CIVIL ELECTORAL, que impide, desde hace 4 décadas, que se puedan sacar adelante iniciativas cuyos réditos no se obtengan antes de las siguientes elecciones.

El Congreso

Teniendo claro que el panorama es ese, y que nada podemos hacer los bomberos de a pie para cambiarlo, no por ello desaparece la necesidad de hacer algo para lograr una regulación efectiva de los cuerpos de bomberos en todos los territorios posibles, y hacerlo tratando de garantizar una mínima calidad del servicio en la mayor área geográfica peninsular e insular posible. Pero ¿cómo hacerlo entonces?

Responder a esa pregunta creo que NO pasa por el Congreso de los Diputados de Madrid, el cual hemos de considerar un órgano al servicio de los partidos, no de la ciudadanía, y tenemos que empezar a pensar en clave PROFESIONAL, si queremos llegar a alguna parte. 

Por otro lado, no es ningún secreto que la actual “España” se ha ido reduciendo como estado hasta llegar a convertirse en un fantástico entramado recaudatorio, que como tal funciona bastante bien, la verdad, y a una enorme agencia de colocación de afiliados para los partidos políticos. Para que no parezca tan evidente esto último, eso sí, aprovechan para promulgar cientos de leyes, la mayoría con un importante componente ideológico y con un déficit de consenso de tal magnitud, que la esperanza de vida útil de dichas leyes es en muchos casos efímera (no en vano llevamos ya 8 leyes educativas bien distintas en 45 años, es decir, una ley educativa casi para cada legislatura ).

Desde el absoluto respeto a la ideología de cada uno, y dando por sentado que la evolución del estado autonómico queda fuera de nuestro control, los profesionales harían bien en tomar conciencia de esta realidad y concentrar los esfuerzos en aquello que ofrezca mayores posibilidades de éxito, abandonando toda mira estatal, ya que del Congreso de Madrid prácticamente todo lo que venga va a tener como base el afán recaudatorio o la introducción de algún concepto ideológico que ahorre dinero y dé publicidad (ya implantado en algunos territorios, y que no quiero desarrollar más para no dar ideas…).

Profesionales regulados por las autonomías

La regulación efectiva de cuestiones profesionales y operativas de los cuerpos de bomberos en el estado autonómico actual, por muchas razones, no se va a permitir que fluya desde Madrid hacia las autonomías.

Lo hemos intentado, hemos luchado y dedicado muchísimo tiempo y esfuerzo personal, pero la realidad es la que es, vivimos en un estado que no es capaz de regular los bomberos; no porque no quieran sus actuales ciudadanos, ojo, que estoy seguro que a cualquier ciudadano/a de cualquier sitio le explicas los beneficios de una regulación y te firma una petición (de hecho recogimos 100.000 firmas en muy pocos días), el problema es la fragmentación política existente, lo cual, para nuestra sorpresa, ha sido el peor de los escollos.

Así que, sinceramente, olvidémonos de ese parlamento de Madrid, y centrémonos en nuestro gobierno autonómico que es el que va a sustituir más pronto que tarde al de Madrid al 100%. 

…la regulación de los bomberos no vamos a encontrarla en una ley que venga de Madrid, sino que será fruto de la unión del colectivo en cada territorio autonómico para lograr leyes de coordinación propias

Las próximas elecciones de 2023 no significan nada para nosotros en términos profesionales. Excepto UP, que mantiene la propuesta de regular los SPEIS y revertir las privatizaciones de bomberos aeroportuarios, ningún partido lleva absolutamente nada para bomberos, y yo me conformaría con que durante la legislatura no regulen en contra nuestra en algún sentido, que es lo único que quizá nos puede venir desde el Congreso. 

Por otro lado, la propuesta de UP es más una declaración de intenciones que otra cosa, y en un supuesto e improbable escenario en el que formen gobierno, cuando se pongan a ello tendrán que lidiar con cientos de enmiendas de izquierda y derecha (sobre todo de PSOE y de partidos separatistas alineados con el sistema mixto de voluntarios remunerados) que acabarán por hacerles aparcar la propuesta si quieren seguir con la política de pactos de gobernabilidad. Eso es precisamente lo que ha ocurrido esta legislatura, PSOE y los separatistas catalanes han vetado la tramitación de la ley de bomberos.

Hemos de tener muy presente que los actuales parlamentos autonómicos pueden y quieren asumir las competencias en protección civil, teniendo capacidad para regular de forma eficaz y efectiva los cuerpos de bomberos de su territorio, y hacerlo, además, coordinándose (si así lo quieren) con otras autonomías o territorios afines. n todo caso, haciéndolo así no dependeremos de la voluntad de políticos que se consideran extranjeros en Madrid, que ni sienten ni padecen por nuestra comunidad, para lograr la coordinación de los bomberos en nuestra tierra.

En este estado de las cosas, el objetivo sería tener claros los principios básicos de una normativa reguladora profesional, y que en cada autonomía se trabaje para lograr una ley propia que parta del parlamento autonómico a través de mecanismos de coordinación de las propias plantillas (véase asociaciones profesionales y sindicatos). 

De esta forma podría haber un consenso en cuanto a los aspectos básicos a considerar “irrenunciables” para todos los cuerpos de bomberos de todas las autonomías/nacionalidades, y un desarrollo posterior que unificara la legislación en los territorios afines.

Esta es la única forma que parece factible para lograr que toda la geografía peninsular e insular goce de una regulación, al menos parecida, que permita alcanzar unos índices de calidad de servicio aceptables.

Así que, aquellos que deseen cambiar las cosas, que se asocien, se organicen y reivindiquen ante su parlamento autonómico la regulación profesional según los principios básicos y específicos que les interesen.  Los demás ya los irán copiando, de eso no me cabe duda.

…en la homologación de los distintos cuerpos de bomberos del Estado (EPI, equipos, procedimientos, técnicas, sistemáticas, etc.) ha hecho mucho más Telegram que el propio Estado Español

¿Cuáles podrían ser esos principios básicos comunes a todos los cuerpos de bomberos? Sinceramente, veo difícil que se haga de forma oficial, lo más probable es que sea entre representantes de diversos territorios y de las propias AAPP a través del “copia-pega”, pero no porque se ponga en marcha ningún órgano de coordinación en este sentido.

Desde hace unos años los cuerpos de bomberos hemos estado compartiendo información por redes sociales, fundamentalmente por Telegram. Puede sonar ridículo, pero a través de los propios trabajadores compartiendo información y luchando en cada SPEIS por copiar los éxitos de otro, se ha conseguido una cierta normalización en el equipamiento y en las formas de trabajar, en la que el Estado no ha intervenido para nada, lo cual nos dice que podemos alcanzar cotas de homologación y regulación prescindiendo absolutamente del Congreso de los Diputados y del freno que suponen determinadas ideologías defensoras del voluntario remunerado y de las privatizaciones con un inmenso poder en Madrid. 

He de decir que, por cuestiones ajenas a mi voluntad, parece que no encajo en ninguna de esas nacionalidades que he descrito antes, y como irremediablemente, todas las personas necesitan identificarse con un grupo social y una cultura, mi pasión son los bomberos, mi país es mi casa, y mi nación y cultura son mi familia, y en esas tres cosas concentro mis esfuerzos. 

He nacido en una comunidad pero mis padres migraron en los años 50 desde otro territorio y no pudieron enseñarme la lengua propia de este pais, ni pude hacerlo en la escuela franquista ni en la ciudad inundada de migrantes, como mis padres, en la que nací, de forma que se nota que hablo la lengua vernácula de forma accesoria ya que no es mi lengua materna y la domino en parte, y no encajo bien ni aquí ni tampoco allí de donde vienen mis padres; curiosamente me cuesta identificarme como español (actualmente en España ser abiertamente “español” se asocia a “fascista, dictador, ignorante y mala persona” y defender esa españolidad es más una carga emocional, social y personal que otra cosa y la verdad, tira para atrás cada vez a más gente); llegados a este punto creo que no hay necesidad de identificarse con ninguna opción identitaria, máxime si a nivel social y emocional puede resultar desastroso. Sólo me queda la esperanza de cobrar algún día la pensión, vivir mi vida y olvidarme de todos estos rollos que nada bueno pueden traerme…

Yo soy primero persona y seguidamente bombero, y mi horizonte identitario empieza en mi familia y acaba en mi vocación.

Para finalizar, permíteme que te diga que si personalmente sufres cierta disonancia cognitiva entre tu identidad nacional y la del lugar en el que te encuentras, o ese asunto te da problemas, si quieres vivir medianamente tranquilo/a te recomiendo que dejes de ver los noticiarios y de leer prensa, y te animo a liberarte de toda ideología política y a ser pragmático y practicar el estoicismo y la cultura del respeto al prójimo eligiendo bien tu entorno social, identificando y huyendo de personas tóxicas. Si no me crees prueba un tiempo y verás cómo eso te transforma en positivo.

Saludos.