Mi experiencia en la CUBP

Para poneros en situación, he de decir que yo entré en la Secretaría Técnica de la Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales (CUBP) a finales del año 2015, y tras haber estudiado un poco el panorama de los SPEIS a nivel estatal, pude darme cuenta de que los problemas existentes en ellos eran recurrentes en su mayoría. Salvando las particularidades de cada servicio, los bomberos tenemos casi los mismos problemas e inquietudes; aquello me resultaba curioso y me hacía pensar que debería existir un nexo común que pudiera explicarlo…
Lo primero que hicimos fue mirar la legislación que regulaba dichos servicios para encontrar déficit que pudieran explicarlos. Y efectivamente encontramos muchas cosas que podían explicar los problemas puntuales que se tenían en cada uno de las regiones o servicios que iba consultando. Sin embargo, el hecho de encontrar estos nexos locales no explicaba bien el conjunto estatal, y lejos de plantear una solución fácil, lo complicaba todavía más puesto que de tratarse de problemas locales y no del “colectivo de bomberos” en general, habría que ir servicio por servicio arreglando los problemas; cosa harto difícil por no decir imposible a nivel presupuestario y a nivel de desgaste personal de los miembros de la coordinadora.
No obstante, ahí no quedó la cosa; trabajando en esa línea me hice la siguiente pregunta:
Si la sanidad en las Comunidades Autónomas, en lugar de estar regulada por una Ley General de Sanidad y por una Ley Orgánica de Profesiones Sanitarias, estuviera regulada por un artículo en la Ley de Seguridad Social que rezase así: “Las Comunidades Autónomas prestarán el servicio de sanidad”… ¿La sanidad sería la que es actualmente?
En mi opinión, si no existiese un marco común desde el que partir, y que después cada territorio aplique las modificaciones según su idiosincrasia, en España podríamos encontrarnos lugares con todo un señor servicio de sanidad mientras que en otros habría poco más que un chamán soplándote humo de fibras de enebro…
A partir de esa convicción pusimos de manifiesto que la coincidencia en los problemas que tenemos los diferentes servicios no son meras coincidencias, sino que parte del hecho de que existimos gracias a un artículo de la Ley de Bases de Régimen Local, absolutamente insuficiente para regular todo un servicio esencial que acude y resuelve la inmensa mayoría de las emergencias relacionadas con incendios, catástrofes, fenómenos antrópicos, asistencias técnicas, accidentes, salvamentos y rescates en todo el territorio estatal.
En la Directiva de la CUBP desarrollamos un primer borrador de ley con la inestimable supervisión de Pablo Bailón, y la asistencia de un gabinete que supervisó el texto y su adecuación al ordenamiento jurídico.
Encontré a David Herrero a Ricardo Rivero, a Bernardo Castillo, a Pablo Bailón, a Miguel Sánchez y a Miguel Uclés
Si bien la primera etapa de la coordinadora había logrado centrar la atención de los diferentes servicios y recuperar el sentido colectivo sembrado por la PUB, ahora comenzábamos la segunda etapa. Una etapa cuyo objetivo era la regulación de la profesión mediante una Ley de Coordinación de los Servicios de Bomberos en el marco del Sistema Nacional de Protección Civil.
A ese equipo se sumó mucha gente a la que tengo que considerar más amigos que compañeros (Mar, Isma, Alberto, Emilio, Chimo, Koko, Cuni, Bernabé, la máquina de Valladolid JC Prieto, Ernesto, Chicho, Ángel de Cádiz, Evaristo, Alejandro y Guillermo de Cantabria, Tomás de BCN, Tony Merino, Pedro Cantabrana, Mikel, Pedro de BCN, Cabello, Óscar, Ángel de Albacete, Portacelli, Rodrigo, Moliner, Egeda, Javi Amar, Carlos y Rafa, Josep Palacios, Isaac y Fredy, el gran Julio Garcés… podría seguir sin parar pues faltan muchísimos…). Compañeros de todas las CCAA, es muy grande la lista, igual de grande que el sentimiento de agradecimiento que tengo con ellos.
Teníamos rumbo y nave, el problema era el combustible…
Para hacer eso hace falta presupuesto, para tener presupuesto sin convertirte en una especie de franquicia publicitaria y sin deberse a nadie, hacía falta una cosa: socios.
Un buen día de 2017 acudí a dar una charla a un aeropuerto y cuál fue mi sorpresa al darme cuenta de la situación tan kafkiana que se estaba viviendo allí. No podía dejarlo pasar, así que me puse manos a la obra y redacté una Nota Técnica1 para aclarar a los compañeros aeroportuarios que habían sido privatizados al 100% y que eso de que AENA había sido privatizada en un 49% y ellos quedaban en la parte pública era una auténtica falacia. Y no sólo eso, sino que tenían hasta 2021 para ponerse las pilas.
Ese hecho llevó a la CUBP a conformar un Grupo de Bomberos Aeroportuarios (GBA) en el que desarrollar esta línea de trabajo, y de ese grupo surgió algo inesperado. Nosotros en un principio teníamos la extraña sensación de haber abierto un melón que iba a proporcionarnos muchos sinsabores dada la dificultad y carga de trabajo que nos comportaría. No obstante, nadie en el equipo dudó ni un segundo en que los bomberos de aeropuerto son bomberos profesionales públicos y forman parte de nuestro colectivo en la misma medida que todos y cada uno de nosotros. Y a ninguno nos interesa, de ninguna de las maneras, que triunfen fórmulas de privatización de servicios públicos en nuestro sector profesional, mucho menos si se trata de empleados públicos que dejan de serlo por decreto.
Pero ocurrió algo inesperado; tal y como muchas veces ocurre en la vida, tuvo lugar una “serendipia”, esto es, aquella situación en la que buscas una cosa por casa y resulta que encuentras otra que habías dado por perdida o no pretendías encontrar en ese momento.
Encontramos a Ruymán Capote
Se trata de un compañero guanche de Tenerife, con cualidades tan importantes como ser trabajador, honrado, solidario, amigo, auténtico y persona de fiar, y que a lo largo de varios años de trabajo con él puedo deciros con garantías que se trata de una grandísima persona que está dándolo todo por el colectivo de bomberos.
Pero ahí no acaba todo…
La CUBP tenía razones, tenía equipazo, tenía proyecto…pero necesitaba la decisión, el temple, la fuerza y la proximidad que vino a darle un madrileño con las mismas cualidades anteriores que Ruymán, y cuya trayectoria profesional y sindical se asienta bajo el lema “Bomberos Para Bomberos”, con eso os lo digo todo.
Encontramos a Israel Naveso
un compañero de la Comunidad de Madrid que está dejándose la piel en este proyecto y al que todos debemos mucho.
Quiero mostrar mi profundo agradecimiento a todas las plataformas y sindicatos que han apoyado a los compañeros de la Directiva. Y a éstos por confiar en mí la responsabilidad al frente de la Secretaría: David, Ricki, Bernardo, Miguel Sánchez, Uclés y Pablo.
Gracias por haberme dado vuestra amistad, y por haber demostrado que ser bombero es mucho más que llevar un uniforme, porque en vosotros, ser bombero…
…es vocación, es actitud, es vuestra razón de ser.
Una respuesta
Mil gracias a todos.