Estrés térmico e hidratación en bomberos

Estrés térmico e hidratación en bomberos

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En esta entrada vamos a dar un repaso a uno de los problemas que con más frecuencia nos amenaza en nuestras intervenciones, esto es, el estrés térmico, la deshidratación y el riesgo de sufrir un golpe de calor.

Me pongo a redactarla gracias a la recomendación y colaboración de Antonio Benítez,  del CPB de Malaga, que ha sido de quien ha partido la idea, y que también me ha remitido  documentación elaborada por él mismo y que yo he trasladado aquí.


Hemos de comenzar conociendo algunos datos respecto del importante papel que desempeña el agua en nuestro cuerpo.

Nuestro organismo está compuesto de un 60% de agua, y de ella, un 40% está en el interior de nuestras células en forma de líquido intracelular. No obstante, nuestros músculos, a pesar de su aspecto sólido, están compuestos por un 75% de agua, y eso les dota de la flexibilidad que necesitan sin perder resistencia. El agua, además, nos permite transportar los nutrientes y eliminar los residuos producidos durante la actividad física. Por lo que mantener los niveles óptimos es absolutamente indispensable para el rendimiento de un bombero en sus intervenciones.

Veamos otras nociones básicas relacionadas  del trabajo de A. Benítez:

Somos seres homeotermos (Nuestra T se mantiene constante con las variaciones del ambiente) HOMEOTERMOS
La T máxima de aire “seco” (libre de toda humedad) que puede respirar un ser humano y sobrevivir es de 140º (National Research Council of Canada)

AIRE SECO RESPIRABLE

140º

La T máxima respirable de aire húmedo que podemos respirar y sobrevivir está entre 60º y 70º

AIRE HÚMEDO RESPIRABLE

60º a 70

Pulsaciones de un bombero a 1 m de distancia de un foco de calor ± 165 ppm 

A 1 M  FUEGO

165 ppm

  • Umbral máximo de pulsaciones de un bombero entre 30 y 40 años ± 180 ppm
  • Umbral máximo de pulsaciones de un bombero ≥ 50 años  entre 165 y 170 ppm
  • Un bombero de > 50 años trabaja muy cerca de su umbral máximo de ppm
  • Tiene muy poco margen, y se expone a su límite cardiovascular de modo frecuente
  • Un bombero más joven tiene un mayor margen de seguridad cardiovascular
A mayor humedad ambiental, menor capacidad de enfriamiento tenemos  

+ HUMEDAD

– ENFRIAMIENTO

  • El ambiente tiene menos capacidad de admisión de humedad y nuestra piel no puede intercambiar el calor interno evaporando el sudor al transpirar. En tal caso, sudaremos pero no estaremos enfriando correctamente el cuerpo al no poder evaporar ese sudor y absorber calor en dicho proceso.
  • Costa del Sol: 30º – 60% humedad = transpiración buena
  • Caribe: 30º – 80% humedad = transpiración difícil
  • Incendio: 80º en el entorno del bombero – 95% humedad = Transpiración muy difícil
 El sudor contiene un 99% de agua y un 1% de sales minerales 

 SUDOR:

 99% AGUA

1% SALES

 Al sudar provocamos un desequilibrio hidro-salino (podemos perder hasta 1,5 l por hora)
 Por cada Kcal gastada, consumimos un mililitro de agua.  Por cada 550 Kcal consumimos 0,5L de agua

CONTROL DE LA TEMPERATURA CORPORAL

El buen funcionamiento de nuestro organismo depende de una estrecha franja de temperatura que ronda los 37º. Tan sólo 1,5º de variación por encima o por debajo de esos 37º supone una disminución del funcionamiento óptimo entorno al 20%.

El centro de control de la temperatura es una estructura cerebral llamada hipotálamo. Ésta se encarga de aumentar el aporte de sangre a la piel para que sea enfriada.

Pero ¿Cómo se produce el enfriamiento de la sangre en la piel?

A través de la sudoración

Unos dos millones de glándulas sudoríparas se encargan de secretar sudor sobre la superficie de la piel. Este sudor (agua en definitiva) se evapora, y en ese cambio de estado absorbe calor de la superficie de la piel y reduce la temperatura de buena parte de la misma.

El hipotálamo ha dado la orden de dilatar los vasos que se encuentran en la piel, y aumenta el flujo sanguíneo hacia ellos, con lo cual, al estar en la zona en la que se está produciendo el descenso de temperatura debido a la evaporación del sudor, logra reducir la temperatura de la sangre, y ésta hace el mismo efecto en el resto del organismo al movilizarse por él. También influye el enfriamiento producido por el propio aire o por el contacto con agua fría, por lo que podríamos utilizar estos elementos para inducir una mayor capacidad refrigerante cuando sea necesario.

Resultado de imagen de Sweating temperature

http://studyinggcsebio.blogspot.com.es

NIVEL DE DESHIDRATACIÓN Y SALUD – EL GOLPE DE CALOR

Podemos perder hasta un 4%  de agua respecto de nuestro peso corporal sin notar un elevado descenso del rendimiento físico. Entre el 4 y el 6% se produce un apreciable descenso del rendimiento físico y de fuerza (Notamos que estamos cansados pero todavía podemos seguir).

A partir del 6% aparece debilidad y agotamiento y una sensación de sed bastante intensa. Nos estamos acercando al límite de la capacidad de nuestro organismo para mantener la termoregulación a través del mecanismo descrito mediante el riego sanguíneo y la sudoración.

Debemos tener en cuenta que a partir de los 41º el cerebro comienza a deteriorarse. A partir de 44º la muerte cerebral es casi segura.

Si se supera un nivel de deshidratación del 10%, el cuerpo ya no es capaz de regular su temperatura mediante este mecanismo, y es cuando comienza a aumentar de forma peligrosa, superando los 40º,  llegando a producirse el llamado Golpe de Calor, que se manifiesta a través de trastornos graves del sistema nervioso central:

Delirios, dificultades respiratorias; hiperventilación, sed intensa. vómitos, dolor de cabeza, mareos, anhidrosis (ausencia de sudor), pulso acelerado, psicosis, desmayos, coma, etc.

Resultado de imagen de Firefighter heat stroke

http://www.samatters.com/three-types-stress/

RECOMENDACIONES PARA LA CORRECTA HIDRATACIÓN


Para garantizar una correcta hidratación durante el ejercicio físico es imprescindible partir de un buen nivel de agua en nuestro organismo. Si ya partimos de un bajo nivel de hidratación vamos a acelerar considerablemente el proceso de deshidratación y déficit de control térmico descrito anteriormente, y que como ya sabemos, puede desembocar en graves problemas de salud. Incluso si partimos de un buen nivel de hidratación podríamos hacerle frente a muchas intervenciones sin beber durante la misma. En cambio, si partimos de un nivel bajo de hidratación, puede ocurrirnos todo lo contrario.

Además, debemos garantizar un correcto nivel de electrolitos. Estos son el sodio y el potasio principalmente. El potasio se mantiene en el interior de las células, mientras que el sodio se encuentra principalmente en el líquido extracelular y en la sangre. Para mantener el equilibrio entre ambos existe un mecanismo denominado “bomba de sodio-potasio.

Estos electrolitos tienen dos funciones principales:

  1. Retener el agua para garantizar un nivel hídrico adecuado
  2. Permitir los impulsos nerviosos.

El sodio y el potasio deben mantenerse en un correcto equilibrio para el correcto funcionamiento de los sistemas muscular y circulatorio. Si no disponemos de suficiente potasio intracelular, y además hemos perdido sodio debido al sudor, este sistema comenzará a fallar, disminuyendo nuestra capacidad de hidratación y de producir impulsos nerviosos que den soporte al sistema muscular y circulatorio (produciendo debilidad e hipotensión)

Por ello, en aras de garantizar un nivel base adecuado debemos garantizar dos cosas:

  1. Un buen nivel de líquidos
  2. Un buen nivel de electrolitos

Durante la guardia, sobre todo en verano, debemos consumir suficientes líquidos.

En el caso de las mujeres 2 l durante la guardia, y 2,5 l en el caso de los hombres.

Teniendo en cuenta las pérdidas diarias de agua (2 l en mujeres y 2,4 l en hombres) y que un 20% del aporte de líquidos provienen de la comida, podemos establecer los siguientes aportes diarios de líquidos mínimos (preferentemente agua, zumos o bebidas isotónicas):

Mujeres: 1.6 l de líquidos + la comida

Hombres: 2 l de líquidos+ la comida

¿CÓMO PODEMOS SABER SI ESTAMOS BIEN HIDRATADOS?

Vigilando nuestra orina. Veamos la siguiente gráfica

Resultado de imagen de color orina hidratacion

https://www.masquesalud.es

Nuestra orina debe ser muy clara. En caso contrario esto debe alertarnos de que estamos sufriendo una deshidratación y debemos corregirlo.


Como hemos visto, la sudoración y la hidratación previa van a condicionar el rendimiento durante nuestras intervenciones, por lo que es necesario hidratarnos repetidamente durante la misma.

Podemos hacerlo con agua, a ser posible que no esté muy fría (máximo entre 10 y 15º). Pero debemos tener en cuenta la reposición del electrolito, cuya pérdida se acelera debido a las condiciones particulares de nuestro trabajo (altas temperaturas, vamos completamente vestidos y estamos realizando esfuerzos considerables).

Si no reponemos el electrolito, el agua sola o en exceso puede incrementar incluso el descenso de sales (sodio-potasio) y retardar nuestra recuperación.

Muchos servicios incorporan bebidas isotónicas o hipertónicas solubles en agua para asegurarse de que los equipos se recuperan de forma adecuada.

Además, podemos seguir unas pautas para un uso óptimo del EPI recomendadas por nuestro compañero:


Se recomienda que el aporte de sodio sea un 150% superior a las pérdidas ocasionadas por el sudor.

Tras nuestras intervenciones continuaremos al menos un par de días más garantizando un aporte extra de líquidos y electrolitos mediante bebidas isotónicas. De forma que hemos de consumir durante esos dos días:

Mujeres: 1 l de agua +1 l de isotónicas

Hombres: 1,5 l de agua + 1,5 l de isotónicas

Mantendremos vigilado el color de nuestra orina y pasado ese tiempo de recuperación volveremos a los niveles de hidratación y vigilancia rutinarios.

El uso continuado de bebidas deportivas ayuda a preservar la masa muscular y por lo tanto a lograr una composición corporal más magra.

En este pdf podéis ver una síntesis de las recomendaciones expuestas en este artículo.

Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos. Por ello, agradezco la iniciativa y colaboración que me ha prestado Antonio Benítez de Estepona (CPBM). Y animo a cualquier otro a hacer lo mismo, pues bien recibido será.

Va por ti compañero


3 comentarios

  1. JAVIER E RODRIGUEZ dice:

    Tienen información / estudios sobre el efecto a largo plazo de esta exposición a temperaturas elevadas. (Daños crónicos y/o su prevención)

  2. Chendri dice:

    Hola soy bombero de republica dominicana esto me ayudó mucho no sabía muchas cosas pero gracias a esto ya se mas cosa de bomberos

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