El origen de los tubos de descenso en los parques de bomberos

El origen de los tubos de descenso en los parques de bomberos

Los primeros parques de bomberos contaban con escuadras de caballos o mulas que tiraban de los carruajes en los que se desplazaba el personal y el material de extinción.

Bomberos de Pittsburgh 1908

En otra entrada hablaré sobre esas primeras bombas y esos primeros carruajes que las transportaban, los diferentes tipos de carruajes, de dónde vienen y cómo funcionaban, pero el caso que nos ocupa hoy es la trascendencia que estos tuvieron en el desarrollo arquitectónico de los parques; aspecto poco conocido por nosotros.

Un aspecto importante de aquellos primeros parques era el cuidado de los animales, por ello todos los parques disponían de un establo en la planta baja comunicado con la cochera, cuando no era la misma estancia, para facilitar las labores de enganche de los animales. Y, como no,  de un almacén de paja de heno para alimentarlos durante el invierno.

Estos aspectos dieron lugar a tres elementos omnipresentes en los parques de bomberos americanos, y que después se han ido trasladando al resto de parques de bomberos del mundo: las escaleras de caracol, las rampas y los tubos de descenso.

ESCALERAS DE CARACOL

Los primeros parques de bomberos en EEUU normalmente se disponían en tres plantas: P. baja, con las cocheras y establos. 1ª P, con las estancias de los bomberos, y 3º P, con el pajar. Para acceder a estas plantas contaban con escaleras rectas convencionales, pero el hecho de que los animales habitaran la planta baja daba muchos problemas.

El heno de reserva para el invierno se almacenaba en la planta superior para evitar humedades, y los bomberos hacían vida en la planta intermedia, en la que almacenaban su propia comida, con lo cual era muy frecuente encontrarse con un caballo o una mula que había subido “a ver lo que pillaba por ahí”. A pesar de los intentos de colocar cancelas en las escaleras, muchos de estos caballos lograban subir por ellas; con frecuencia las saltaban o incluso las rompían dándoles coces, por lo que los nuevos parques comenzaron a construirse con escaleras de caracol para evitar en la medida de lo posible estas visitas inesperadas. A mediados del S.XIX se fueron instalando en los parques a la vez que se condenaban las antiguas escaleras convencionales.

Escalera de caracol y tubo de descenso en cocheras (Georgia)

Las propias escaleras de caracol suponían un problema a la hora de bajar a la cochera tras la llamada de emergencia, así que se empezaron a instalar rampas de descenso en aras de facilitar el desplazamiento y la seguridad de los bomberos. No obstante, la instalación resultaba difícil en muchas ocasiones y el presupuesto era considerable, ya que por entonces se fabricaban completamente a mano. Además, no todos los departamentos vieron conveniente hacerlo a pesar de las reivindicaciones de los bomberos.

Rampa de descenso en parque de bomberos abandonado. S. XIX

LOS TUBOS O BARRAS DE DESCENSO

El heno lo transportaban los mismos bomberos en sus carruajes, y al llegar al parque, emplazaban el carro en la cochera y daban comienzo las labores de desestibado y almacenaje en la planta superior. Con frecuencia había que desmontar el estibado del heno en el carro e ir subiéndolo poco a poco a la tercera planta, y los bomberos; sobre todo los jóvenes, eran los encargados de hacerlo; Por lo que era previsible que fuesen desarrollando destrezas en este tipo de tareas…

En 1878, en un parque de Chicago (Motor Company nº 21) el bombero George Reid se encontraba arriba de uno de los carruajes de transporte de heno realizando las labores de desestibado, cuando de repente sonó la alarma. El bombero se deslizó por un poste de la cochera (un pilar redondo) llegando al suelo muy rápidamente y en presencia de su capitán, (David B. Kenyon).

Pilares de soporte redondos instalados en la cochera de un parque de bomberos americano. Mediados del S. XX

Al regresar de la intervención el capitán tomó interés en este hecho y se puso a investigar sobre la mejora que podría suponer instalar tubos específicamente diseñados para descender por ellos desde la estancia superior.

TUBO CHICAGO 1

Jefe Kenyon visualizando la maniobra de Reid, 1878

Aquello parecía tener muchas ventajas: Era muy rápido, acorde con la preparación física del bombero y además mucho más barato y fácil de instalar que las rampas.

En 1878 convenció al jefe del Departamento para hacer un agujero en la planta superior e instalar el tubo en el propio parque de la compañía 21.

Este primer tubo se fabricó de viga de pino de Georgia, con 8 cm de diámetro, al que dieron varias capas de barniz y una capa de parafina para facilitar el deslizamiento.

Denver, parque 5, principios del S.XX  (Se observa que la dimensión del tubo sigue siendo la original de Chicago)

Después de ser el blanco de muchas bromas, el Departamento de Bomberos de Chicago se dio cuenta de que la compañía 21 era por lo general la primera compañía en llegar cuando se la llamaba, especialmente por la noche. Y aquello se relacionó rápidamente con la instalación de aquel sistema de descenso. Así que el Jefe del Departamento dio orden de que los tubos se instalasen en todos los parques de bomberos de Chicago.

Hasta 1880 los tubos siguieron fabricándose en madera, año en el  que se instaló el primer tubo de bronce en el Departamento de Bomberos de Boston.

A partir de ahí fueron proliferando por el resto de cuerpos de bomberos del mundo…

Habitaciones con tubos instalados. Vancouver, 1910

Debido a los accidentes que sufrían los bomberos, con caídas que incluso suponían fracturas, los tubos fueron añadiendo elementos de seguridad, como las colchonetas en su base y las barreras de protección en su acceso e incluso en todo su recorrido. No obstante, debido a estos problemas de seguridad están desapareciendo en los parques, e incluso en muchos países la legislación en materia de PRL prohíbe el uso de este tipo de elementos, y muchos incluso han vuelto a instalar las antiguas rampas de descenso…

¿Seguís usando el tubo en tu parque? ¿Cómo accedéis a la cochera? ¿Ha habido algún accidente?…

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6 comentarios

  1. ernesto dice:

    Que post, tan entretenido, agradable de leer y como siempre bien documentado.
    Enhorabuena, Jose.
    En mi parque tenemos 4 de estos tubos, pero no es practico su uso porque:
    El diámetro del agujero es excesivo, no agarras el tubo, prácticamente paras la caída con el.
    El tubo tiene también demasiado diámetro y se abraza mal tanto con las manos como con las piernas.
    Además hay que abrir una puerta de paso y una portezuela baja para acceder.
    Se usan casi para enseñarlos a los colegiales de visita.
    Gracias por tus artículos José, a cual mejor!

    • Gracias a ti por leerlos, y por tus comentarios. No puedo sino animarme a seguir con este blog.
      En mi parque tampoco se usa, lo tenemos también como complemento para colegios, etc. Además, estamos en la misma planta que la cochera…
      Gracias compañero, me alegro que te guste esta entrada.

  2. macimiro dice:

    hola muy buena la historia del tubo. Yo hace casi tres años tube un accidente en una emergencia cai del casi 7 mtros parado me quebre el talon del pie izquierdo y perone derecho me operaron actualmente tengo protesis estube un par de meses en rehabilitacion.

  3. Gracias por tu aporte. Espero que, a pesar de lo serio del accidente estés recuperado y hagas vida normal. Un abrazo.

  4. Rodolfo Franco Quintero dice:

    buenas tardes
    pudieras compartir más información de cómo empezó tu interés y que avances llevas en este buen trabajo de el antes y después es decir la justificación de ya no usar el tubo para el deslizarse el bombero y actualmente el usar un tobogán

    3311299110
    zapopan jalisco Mexico
    rino_franco@hotmail.com

    • Bombero13 dice:

      Hola, respecto de cómo comenzó mi interés te puedo decir que en los parques que he estado pude observar cómo de forma sistemática el tubo de descenso generaba desconfianza y no se utilizaba. En muchos se condenaba el acceso o se dejaba para momentos puntuales cuando venían las típicas visitas de colegios y demás. El acceso al tubo ya supone un riesgo que cuando los técnicos de prevención se pusieron a evaluarlo se dieron cuenta que había que implantar medidas preventivas. Muchas veces estas medidas suponen instalar barreras y puertas, tapas que hay que quitar para bajar, colchonetas en su parte final para amortiguar el impacto de tobillos y rodillas en suelo duro…alguien tiene que volver a colocar las protecciones, etc. Por otro lado, muchas veces en el momento de la alarma uno se tira por el tubo de forma improvisada, en frío, o de noche recién despertado, de forma que no es difícil sufrir pequeñas lesiones en tobillos o rodillas y acabar condolido o lesionado. Y tenemos que reconocer que el hueco que rodea al tubo supone un riesgo evidente de caída, por mucha práctica que tengas, y eso genera desconfianza en determinados momentos (noches sobre todo). Un tobogán minimiza esos problemas y el descenso es igual de rápido, pero más seguro. Por ello en muchos parques de EEUU se ha sustituido por toboganes, y aquí en España ya existen parques que los han instalado. U saludo.

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