Congresos de bomberos de ASELF. 1a parte

Jose Antonio Marín Ayala. Sargento Jefe de Guardia del Parque de Lorca; Consorcio de Murcia

JA Martín Ayala 4

Introducción

La necesidad que los bomberos españoles han tenido siempre de asociarse a nivel nacional es también la historia de ASELF, la Asociación Española de Lucha contra el Fuego, y hunde sus raíces en fechas tan lejanas como 1945, tras acabar la Segunda Guerra Mundial. La Agrupación Cultural y Deportiva del Cuerpo de Bomberos de Barcelona, fundada en 1946, y que desde entonces va a ser modelo para muchas asociaciones españolas de este tipo, a partir de septiembre de 1949 crea la revista ¡ALARMA!, donde insertaba artículos profesionales de interés general. Al difundirse por la práctica totalidad de los Parques de Bomberos de España, estos relatos e informaciones bomberiles servían de pequeño vínculo de unión entre ellos. El intercambio con otras revistas profesionales del mundo permitía el conocimiento de las inquietudes que bullían entre servicios de más allá de nuestras fronteras y hacía posible que en muchas ocasiones se publicasen en ella traducciones de importantes artículos.

En las páginas centrales del número de agosto de 1958 de esta revista, y bajo el gran título, que luego se repetirá durante varios años, de ¡Organicémonos, bomberos españoles!, se comienza, con dos artículos que abogarán por la creación de una Federación de Bomberos Españoles. Uno de estos artículos, titulado «La lucha y la prevención contra el fuego en España», iba firmado por Julio Ferré Bel, jefe auxiliar de Zona del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamentos de Barcelona y presidente de la Agrupación Cultural y Deportiva del Cuerpo. Algunas de sus reflexiones eran:

«Actualmente la lucha y la prevención contra el fuego en España no está a la altura que le correspondería por su primordial importancia, ni durante estos años ha seguido el ritmo del progreso adquirido por otras muchas ramas sobre organización y sobre la economía nacional en sus distintos aspectos, que con tanto interés y esfuerzos ha llevado a cabo el Estado Español. Precisamente el fuego es uno de los azotes más temibles para la economía de la nación, aparte de las irreparables pérdidas humanas que se producen en muchos casos. Anualmente, las pérdidas materiales producidas por los incendios ascienden a miles de millones de pesetas (…) En casi todos los países del mundo se ha dado mucha preponderancia a la organización de la lucha y prevención contra el fuego y se han creado organismos oficiales rectores, que con la colaboración de los Cuerpos de Bomberos, han establecido las normas y disposiciones necesarias para llevar a cabo una labor eficaz en esta rama de la Seguridad Nacional. Aquí en España para llevar a cabo tan ardua labor en la prevención y lucha contra el fuego se impone una reorganización y modernización de los Cuerpos de Bomberos existentes, organizando nuevos Cuerpos para que todas las poblaciones queden atendidas, y dotándoles del material y personal necesario para poder actuar con eficacia en los siniestros (…) Para poder dar un paso importante en esta tarea sería necesario realizar lo antes posible la unión de todos los bomberos españoles, para así poder unir las iniciativas y difundir las normas, aunando todos los esfuerzos para el bien común. Hay que ir a la creación de la FEDERACIÓN NACIONAL DE BOMBEROS DE ESPAÑA (similar a las que ya existen en los principales países de Europa y América), representada por un Consejo Nacional, cuya misión será aunar las iniciativas, sistemas y normas de las Organizaciones de Bomberos de España y del extranjero para difundirlas, aplicarlas y establecer estrecha relación con los organismos oficiales para que se dicten los reglamentos y disposiciones a fin de llevar a cabo la importantísima obra de la lucha y prevención contra el fuego, en bien de la economía nacional y de los españoles».

En el segundo de los artículos, firmado por Fabián V. del Valle, teniente coronel de Aviación y del Servicio de Defensa Química y Contra Incendios del Ministerio del Aire, que llevaba por título «Lo primero, crear en España mentalidad de seguridad y protección», su autor mostraba muy documentadamente la situación de penuria en los cuerpos de bomberos, la falta de mentalización general, el vacío legal en cuanto a los temas de prevención, la dispersión en competencias entre muy variados organismos oficiales ante la seguridad y protección contra incendios y el gran número de pérdidas que para la nación suponían todas estas circunstancias. Terminaba su escrito presentando las siguientes propuestas:

  1. Constitución de una Comisión Interministerial para el estudio y creación de un Cuerpo Nacional de Seguridad y Salvamento, en las ramas de incendios y salvamento.
  2. Esta Comisión tendrá por misiones:
  • Estudiar la creación del Cuerpo Nacional de Salvamento y Seguridad (Regimiento Nacional) y Departamento Nacional de Voluntarios.
  • Legislar en materia de seguridad contra incendios.
  • Órgano de difusión, propaganda y estadísticas contra el fuego.
  • Normas e inspecciones.
  • Normalización y racionalización del material.
  • Creación de la Escuela Nacional de Mandos para el Cuerpo Nacional de Salvamento.
  • Crear una semana anual en todo el territorio nacional para la prevención y educación.

En la editorial de este mismo número, ¡ALARMA! ponía sus páginas a disposición de todos los bomberos que quisieran adherirse a esta iniciativa. Animaba a todos los bomberos españoles, y particularmente a los Jefes de los Cuerpos de Bomberos, a emprender una campaña nacional enviando sus adhesiones para la organización de la Federación Nacional de Bomberos de España. Para su constitución se debía celebrar en su día una Asamblea o Congreso Nacional, a fin de recoger todas las opiniones y aprobar el Reglamento por el cual habría de regirse la Federación.

Enrique González Fernández, conductor del Cuerpo de Bomberos de Gijón, escribía en el número de noviembre de 1958 de ¡ALARMA!:

“Cada Cuerpo de Bomberos español se rige por bases especiales y somos víctimas de una autonomía desacertada, dándose el caso en poblaciones vecinas de idénticas características económicas, comerciales e industriales que solo desentonan en la diferencia, indiferencia sería mejor decir, de sus Servicios contra Incendios, y resultando paradójico que sea totalmente diferente el número de componentes, reglamento, régimen interior, material, etc. En Santander, con motivo del catastrófico incendio ocurrido el 21 de febrero de 1941, la colaboración de todos los Cuerpos de Bomberos que acudieron en su auxilio se vio entorpecida y restada en eficacia debido a las diferencias de material (mangueras, acoplamientos, etc.) de distintos tipos y sistemas. Necesitamos unificarnos todos los bomberos españoles, tenemos derecho a disfrutar del deber cumplido que nos puede proporcionar la unidad de mando. Necesitamos un Reglamento Nacional bien definido que nos sirva de brújula, que marque el rumbo de la eficacia conjunta y unificada del Cuerpo Nacional de Bomberos y evite situaciones confusas, tanto de régimen interior como técnico por el que pasan muchos Servicios contra Incendios».

A los seis meses de haber expuesto la idea, un nuevo artículo en el mes de febrero de 1959 del señor Ferré, ¡La Federación empieza a amanecer!, plantea la conveniencia de convocar un Congreso Nacional de Bomberos que debería celebrarse en Madrid, en otoño de aquel año de 1959, y en el que debería aprobarse el Reglamento de la Federación.

 

…necesitamos un Reglamento Nacional bien definido que nos sirva de brújula… Enrique González Fernández. 1958

I Congreso nacional de bomberos. Madrid, 1959

El I Congreso se celebró en el Salón de Sesiones del Palacio de Comunicaciones de Madrid, del 26 al 29 de noviembre de 1959. Además de autoridades de las Direcciones Generales de Administración Local y Defensa Pasiva, Comisión Nacional de Salvamento, Ayuntamiento y Diputación Provincial de Madrid, Sindicato Vertical del Seguro, Servicio de Defensa Química y contra Incendios del Ministerio del Aire, concejales delegados del Servicio de Incendios de Alicante, Badalona, Cuenca, Puigcerdá, Reinosa y Toledo, profesionales de Prensa, Radio, Televisión y NODO, y representaciones de empresas especializadas en temas de incendios (Contiber, Magirus, DCI, Antifyre, MYCCA, Productos Tensoactivos del Río, Tripletoro), asistieron 145 miembros de los siguientes Cuerpos de Bomberos:

Albacete (1), Alicante (2), Astillero (Santander) (1), Avilés (Asturias) (8), Badalona (Barcelona) (3), Barcelona (8), Burgos (3), Cádiz (1), Carcagente (Valencia) (1), Castellón (3), Ciudad Rodrigo (Salamanca) (2), Córdoba (3), Cuenca (3), Gerona (1), Gijón (Asturias) (3), Granada (3), Granollers (Barcelona) (3), Jaén (1), Madrid (37), Manresa (Barcelona) (3), Mataró (Barcelona) (1), Oviedo (3), Palencia (7), Pamplona (3), Puigcerdá (Gerona) (1), Reinosa (Santander) (1), Reus (Tarragona) (2), Sabadell (Barcelona) (1), Sagunto (Valencia) (2), Salamanca (3), San Sebastián (6), Santa Cruz de Tenerife (2), Santander (1), Santiago de Compostela (La Coruña) (1), Sevilla (4), Soria (4), Toledo (2), Tomelloso (Ciudad Real) (1), Valencia (3), Valladolid (1), Vigo (Pontevedra) (1), Zamora (2) y Zaragoza (3).

         Las mañanas se dedicaron a la realización de los trabajos con dos sesiones: en la primera de ellas se fue estudiando el Proyecto de Estatutos con la discusión de las diversas enmiendas presentadas, mientras en la segunda se dieron unas conferencias sobre temas profesionales. Durante las tardes se organizaron visitas a los parques de bomberos de Madrid, a la Base Aérea de Torrejón (donde presenciaron diversas prácticas) y a la piscina General Moscardó de la Dirección Nacional de Educación Física y Deportes, en la que se realizaron simulacros de salvamento de náufragos y de métodos de reanimación y primeros auxilios.

Durante el acto de Clausura, se dio lectura a las conclusiones, con las siguientes palabras pronunciadas por el señor Ferré:

«Las sesiones del I Congreso Nacional de Bomberos de España, convocado para gestionar la unión de todos los bomberos españoles en beneficio de nuestro Servicio y, en definitiva, para bien de la Patria, han tenido como resultado la aprobación de las siguientes conclusiones:

1ª. En las sesiones del citado I Congreso Nacional de Bomberos, celebrado en el Palacio de Comunicaciones de Madrid, los días 26 y 27 del corriente (1959), y que terminan hoy, se han discutido, y aprobado por unanimidad, después de incorporarles algunas de las enmiendas presentadas, los Estatutos que han de regir la Federación Nacional de Bomberos de España, que se presentan al superior criterio de V. E. para su aprobación.

2ª. Se propuso y acordó también la creación de una Junta Asesora, compuesta por Jefes de Bomberos y Técnicos en materia de Prevención y Extinción de Incendios y de Salvamentos. Junta que, como su nombre indica, tendrá por misión asesorar a las Autoridades en la materia de su competencia».

En el mes de junio del año siguiente, 1960, cuando los organizadores fueron a registrar el proyecto de Estatutos, la entonces vigente legislación de Asociaciones impedía que el órgano recién aprobado se denominase Federación, al no existir previamente agrupaciones de tipo regional o provincial, sino que se tenía que dar el nombre de Asociación. Para que no hubiera contradicción con la Ley de Asociaciones y con la Ley de Administración Local fue necesario cambiar de nuevo el nombre. Lo que se había proyectado como Federación Nacional de Bomberos Españoles, y que se había convertido después en Asociación Española de Bomberos, tenía que ser, definitivamente, denominado «Asociación Española de Lucha contra el Fuego» (ASELF). Fue esta la única fórmula adecuada para que se pudiesen agrupar funcionarios de la Administración Local con bomberos voluntarios o de empresa y con técnicos y especialistas en Prevención, Seguros y otras facetas de la lucha contra el fuego. Estatutos que fueron visados y registrados en la Dirección General de Política Interior, del Ministerio de la Gobernación, el 21 de julio de 1961. Con fecha de 27 de julio y con el número 9.617, es inscrita en el Registro de Asociaciones de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Y el 28 de julio fue firmada el acta de constitución de la Asociación.

Sin embargo, hasta los propios estatutos sufrieron modificaciones sustanciales por parte de las autoridades, restándole gran parte de la esencia con que había nacido la Asociación. De lo que se acordó en el I Congreso Nacional, como fue:

  1. Estudiar y proponer cuantas medidas conduzcan a la mejora y eficacia de los Cuerpos de Bomberos, a su organización y coordinación, a la prevención de incendios, a la lucha contra el fuego y a todas las calamidades públicas en tiempo de paz y en tiempo de guerra.
  2. Subvenir a los gastos ocasionados por concursos, demostraciones, festivales y cuantos actos de organización fomenten el perfeccionamiento y la camaradería entre los miembros de los diferentes Cuerpos de Bomberos.
  3. Fomentar el entrenamiento deportivo individual y colectivo del personal de los Cuerpos de Bomberos.
  4. Desarrollar las obras mutualistas, con carácter nacional, y prestar socorro o subvención a los miembros de la Federación heridos y a las familias de los fallecidos en acto de servicio, además de las obligaciones de las Corporaciones de que dependan.
  5. Asesorar a las Autoridades en materia de su competencia y recabar de las mismas la creación de Escuelas de capacitación y de aquellos centros de Estudios y Experiencias que se crean necesarios para la mejora de los Servicios y de la Prevención.
  6. Mantener relaciones estrechas con los Organismos y Federaciones similares del extranjero.

quedó como texto definitivo el siguiente:

La ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE LUCHA CONTRA EL FUEGO tiene por finalidad:

  1. Desarrollar y unificar los métodos de los servicios de extinción, de salvamento y de todo cuanto a ellos se refiere.
  2. Desarrollar las obras asistenciales que se consideren oportunas, para los miembros de la ASOCIACIÓN heridos y para las familias de los fallecidos en acto de servicio.
  3. Fomentar la relación con Organismos y Asociaciones similares del extranjero.

Aunque los estatutos contemplaban la realización de los Congresos de manera anual, esta cadencia no pudo llevarse a cabo, siendo lo más habitual realizarlos cada dos años.

Fotos propiedad de Jose Miguel Guardingo Navarro

II Congreso nacional de bomberos. Barcelona, 1961

Se celebró este II Congreso Nacional de Bomberos en Barcelona los días 6 al 12 de noviembre de 1961, teniendo lugar sus sesiones de trabajo en la Cámara Oficial de Comercio y Navegación. Los congresistas fueron 283, de ellos 167 bomberos de la Administración Local y seis de diversas empresas; el resto fueron autoridades de Protección Civil, concejales, Sindicato del Seguro, Administración Militar y Aérea y firmas comerciales relacionadas con la prevención y extinción. Igualmente estuvieron presentes delegaciones de bomberos de Alemania, Andorra, Francia (21) y Portugal.

En sesiones plenarias, que ocuparon los días 9, 10 y 11, se presentaron a todos los asistentes siete ponencias que fueron ampliamente discutidas por un gran número de congresistas, que aportaron, junto a sus ideas, un buen bagaje de experiencia y un sinfín de problemas concretos.

III Congreso nacional de bomberos. San Sebastián, 1964

Se celebró en la ciudad de San Sebastián, del 20 al 23 de mayo de 1964, coincidiendo con las fiestas conmemorativas del Centenario de su reconstrucción después de haber sido incendiada y destruida por las tropas napoleónicas en 1813. Fueron 242 los congresistas que se dieron cita. Como nota sobresaliente, en este Congreso se expuso que en los próximos días se iba a presentar al Pleno de las Cortes, para su aprobación, el Proyecto de Ley que regularía los emolumentos de los Funcionarios de Administración Local. Sin embargo, en este Proyecto no se establecía la categoría o grado para el personal de los cuerpos de bomberos. Por ello era necesario, sin dilación, hacer gestiones en los organismos competentes para que se les tomase en consideración y, teniendo en cuenta las peculiaridades especiales motivadas por la propia misión, se les equiparase a los bomberos, en el sueldo inicial, a los auxiliares administrativos, teniendo que percibir al mismo tiempo pluses de peligrosidad, toxicidad, nocturnidad, exceso de horas, etc.

En una de las ponencias, titulada Organización y coordinación de los Servicios contra Incendios y de Salvamentos Municipales y Provinciales, se proponía una estructura de bomberos que fuera de aplicación a todo el territorio nacional.

Algunas de sus importantes conclusiones, que son todavía a día de hoy una asignatura pendiente, fueron:

  1. En toda capital de provincia y población importante el Servicio de Extinción de Incendios más adecuado es el municipal.
  2. Deben instalarse en capitales de provincias y capitales importantes de gran expansión parques auxiliares fijados en la redacción de los planes de ordenación urbana, de forma que se pueda llegar al lugar del siniestro más alejado, en un tiempo no superior a los siete minutos.
  3. Para mejor coordinación entre parques y entre parques y vehículos, deberá contarse con radioteléfono.
  4. Es esencial que las poblaciones tengan una importante red de bocas para incendio. En las zonas que carezcan de agua deben colocarse hidrantes o bocas normalizadas en puestos estratégicos.
  5. El número telefónico de los Cuerpos de Bomberos deberá ser de tres cifras. A ser posible el mismo número para toda España.
  6. Los Cuerpos de Bomberos de las ciudades importantes estarán formados por bomberos profesionales.
  7. En lo que se refiere a los Cuerpos de Bomberos provinciales se indica la necesidad de recordar el cumplimiento de la Ley Ministerial que dispone la creación de los Servicios Provinciales contra incendios a cargo de las respectivas Diputaciones.
  8. Debe existir una reglamentación general para regir los Cuerpos de Bomberos, para permitir una coordinación entre todos ellos.
  9. El ingreso del personal no estará permitido a los aspirantes cuya edad sobrepase los 27 años, señalándose para la jubilación con carácter forzoso el tope máximo de 60 años de edad. El sueldo para los efectos pasivos deberá ajustarse a la escala aprobada al efecto en el II Congreso Nacional de Bomberos.

10.Se recomienda la creación de Escuelas o Centros de instrucción para todas las categorías.

11.Las categorías de mandos subalternos son las que se fijaron en el II Congreso Nacional, es decir, bombero, cabo, sargento, oficial. Esta última, al igual que las demás, también podrá ser alcanzada por los bomberos conductores, pero siempre dentro de su especialidad. Las categorías de mandos superiores se establecerán en el Reglamento General.

12.Es interesante que en su día se creen unos inspectores regionales de los Servicios nombrados por el Ministerio de la Gobernación, cuyos cargos recaerán en los jefes de bomberos de cada región, preferentemente los jubilados.

13.El número de bomberos de cada población no debe ser inferior al 0,05 por ciento del censo en las de menos de 100.000 habitantes y el 0,04 por ciento en las de más de 100.000 habitantes.

14.El uniforme y equipo será unificado para todos los Cuerpos de Bomberos, salvo las diversidades situaciones climatológicas, de actuación, etc.

15.Es preciso también reglamentar el material, atendiendo asimismo a las necesidades de cada Cuerpo.

16.Es de absoluta necesidad recomendar la redacción de un Reglamento, promulgado por el Ministerio de la Gobernación, con efectividad en todo el territorio nacional.

17.A efectos de organización y coordinación de los distintos servicios debe crearse una Comisión Asesora Honorífica, en el Ministerio de la Gobernación, formada por los elementos técnicos más característicos de los Cuerpos de Bomberos españoles.

…es de absoluta necesidad recomendar la redacción de un Reglamento, promulgado por el Ministerio de la Gobernación, con efectividad en todo el territorio nacional. III Congreso de bomberos. 1964

IV Congreso nacional de bomberos. Sevilla, 1965

Se celebró en Sevilla en el Teatro Lope de Vega, del 20 al 23 de mayo de 1965, y asistieron 313 personas. Entre las ponencias se contaba con el Proyecto de Reglamento Nacional de los Cuerpos de Bomberos dependientes de la Administración Local. Fue el tema estrella del Congreso y agrupó en su comisión de estudio al mayor número de congresistas. Finalizaba esta importante ponencia con el siguiente párrafo: «Esta Comisión, en el menor plazo posible, apoyándose en las directrices y bases presentadas a la Ponencia y en una amplia información posterior, deberá estudiar, redactar y elevar a la Superioridad una propuesta de Reglamento Nacional de los Cuerpos de Bomberos dependientes de la Administración Local».

         Se introducía en el Reglamento la edad de jubilación del personal de Bomberos en todas sus categorías a los 60 años. A esta jubilación se le aplicaría la siguiente escala:

  • A los 20 años de servicio el 80 % del sueldo consolidado.
  • Por cada año más de servicio un 2%) hasta llegar a los 30 años, en que se consolidará el 100 %.

También se recogía que a los 55 años de edad el bombero pasase a servicios auxiliares dentro del mismo Cuerpo. Que igualmente pasasen a servicios auxiliares los que después de cumplir los 50 años no reunieran las condiciones físicas necesarias para el empleo de su cargo.

Otras ponencias que se pronunciaron en el Congreso versaron sobre la Mutualidad de Previsión, a fin de ofrecer ayuda a los bomberos necesitados, el intercambio profesional y las normas por las que se deben regir los bomberos de empresa, entre otras.

Fotos propiedad de Jose Miguel Guardingo Navarro

…reglamento la edad de jubilación del personal de Bomberos en todas sus categorías a los 60 años. IV Congreso de bomberos. 1965

V Congreso nacional de bomberos. Puerto de Santa María, 1969

Se celebró en el Puerto de Santa María (Cádiz), durante los días 21 al 25 de mayo. Fueron 283 los asistentes a este congreso. Algunas ponencias versaron sobre la normalización de material y equipo, la nomenclatura empleada para los vehículos, la formación de personal, las Ordenanzas de Prevención, la organización general de los Servicios Profesionales y Voluntarios, los métodos de extinción, el salvamento y socorrismo. La gran novedad de este V Congreso fue la celebración de un Concurso Nacional de Bomberos. El objetivo que se proponía con la implantación de estos concursos era la posibilidad de que en un futuro próximo algunos equipos españoles participasen en el Concurso Internacional de Bomberos que, cada tres años y en diferentes países, organiza el Comité Técnico Internacional del Fuego, del que es miembro ASELF. España nunca había asistido a estos concursos en los que participan numerosos equipos de bomberos, profesionales y voluntarios de la mayoría de los países europeos. De alguna forma son considerados como las Olimpiadas de los Bomberos. Para el Concurso español se adoptó una de las diversas modalidades de las que se desarrollan en los internacionales, y que consiste en realizar dos pruebas por cada equipo compuesto por nueve bomberos. La primera prueba es de agilidad y consiste en una carrera de relevos con obstáculos en una distancia de 450 metros. La segunda es una operación de ataque a un incendio simulado con la instalación de un tendido desde una motobomba.

…algunas ponencias versaron sobre la normalización de material y equipo, la nomenclatura empleada para los vehículos, la formación de personal… V Congreso de bomberos. 1969

VI Congreso nacional de bomberos. Zaragoza, 1971

Se celebró en la ciudad de Zaragoza, del 27 al 30 de mayo de 1971. La organización corrió a cargo del Ayuntamiento de Zaragoza, que contó con la colaboración de otras instituciones públicas y de diversas firmas comerciales. Asistieron 310 congresistas. La temática de las ponencias insistían de nuevo en la necesidad de una reglamentación nacional de bomberos. Otras no menos importantes eran un seguro colectivo a nivel nacional, la distribución territorial de almacenes, en previsión de una gran emergencia, la formación del personal y la normalización del material contra incendios.

…la temática de las ponencias insistían de nuevo en la necesidad de una reglamentación nacional de bomberos. VI Congreso de bomberos. 1971

VII Congreso nacional de bomberos. Santander, 1973

El lugar elegido fue Santander, ciudad muy ligada al fuego por los grandes incendios que ha soportado a lo largo de su historia. No en vano, en ese año se había producido un incremento extraordinario de los incendios urbanos, con unas pérdidas anuales cifradas en más de ocho mil millones de pesetas, El salón de actos de la Mutua Montañesa, sede del Congreso, acogió a 289 congresistas.

A pesar de estar en vigor el Reglamento de Espectáculos Públicos, en este congreso se impartió una ponencia sobre Prevención y extinción de incendios en locales que reciben gran número de personas, a fin de mejorarlo, lo que años después germinaría en la primera norma básica de la edificación. Se abordó en este congreso un problema cada vez más acuciante debido a despoblamiento de las pequeñas villas, los incendios forestales. Una de las ponencias fue: Actuación de los cuerpos de bomberos en los incendios forestales.

 Se volvía a insistir en la necesidad de una homologación a nivel nacional, tanto en el ámbito de las prestaciones como de la organización de los servicios. También se debatía en el congreso otro campo de intervenciones bomberiles, la industria química, mediante la ponencia Protección de incendios en la industria química básica y de plásticos. Otro tema importante que fue abordado fue la Higiene y Seguridad en el Trabajo del Personal del Servicio contra Incendio

se volvía a insistir en la necesidad de una homologación a nivel nacional, tanto en el ámbito de las prestaciones como de la organización de los servicios. VII Congreso de bomberos. 1973

VIII Congreso nacional de bomberos. Palma de Mallorca, 1975

Durante los días 22 al 25 de mayo de 1975, en la sala Magna del Palacio de Congresos del Pueblo Español, se celebró el VIII Congreso Nacional de Bomberos. Se eligió para esta ocasión la bella ciudad isleña de Palma de Mallorca. El número de los participantes, 314, es el más alto de los que han convocado estos congresos.

La ponencia Definición y clasificación de siniestros. Estadísticas e investigación sobre los mismos abría el camino a un campo hasta entonces abandonado en España: la investigación y las causas de los incendios. De las conclusiones del congreso nació la necesidad de una clasificación adecuada y posterior codificación de las actuaciones del Servicio contra Incendios y de Salvamentos a efectos estadísticos y la unificación de los informes sobre siniestros para conseguir una más eficaz investigación de los mismos. En la ponencia Evaluación del riesgo ya se incidía por entonces en asuntos que a día de hoy están todavía inconclusos: que las provincias se dividirán en sectores de riesgo, estando cada sector atendido por un Parque de Bomberos, cuyo emplazamiento se calculará en función del riesgo por Municipio, multiplicado por un factor función de la distancia del centro del núcleo urbano y el Parque de Bomberos del sector.

También se hacía hincapié en otro de los grandes campos olvidados en bomberos: La prevención en los Servicios contra Incendios y Salvamentos. Se había propuesto que con la colaboración de ASELF fueran promovidas por RTVE, como el medio más importante de difusión por aquellas fechas, campañas de prevención del fuego.

De nuevo, mediante la ponencia Organización del personal de los Servicios contra Incendios y de Salvamentos, se proponía al Ministerio de la Gobernación el establecimiento obligatorio de unos Servicios de Extinción de Incendios y Salvamentos que cumplan con unos mínimos en cuanto a personal, material y equipos, en función de la evaluación del riesgo en las respectivas provincias o municipios, y que la organización básica de los Cuerpos de Bomberos sea uniforme en todo el territorio nacional, aunque adaptándose a las peculiaridades que puedan aparecer en algunos ámbitos provinciales (por ejemplo, provincias insulares).

Se propuso a las administraciones públicas incentivos a los bomberos que a día de hoy no se han materializado: A los 20, 30 y 40 años de servicio sin nota desfavorable en el expediente personal, los funcionarios de los Cuerpos de Bomberos tendrán derecho al percibo de un premio extraordinario consistente en el incremento del sueldo, a razón de un 20 %, 30 % y 40 %, respectivamente, del haber regulador.

se proponía al Ministerio de la Gobernación el establecimiento obligatorio de unos Servicios de Extinción de Incendios y Salvamentos que cumplan con unos mínimos en cuanto a personal, material y equipos, en función de la evaluación del riesgo. VIII Congreso de bomberos. 1975

IX Congreso nacional de bomberos. Madrid, 1977

Con ocasión de la celebración del centenario de la creación del Cuerpo de Bomberos de Madrid se celebró este nuevo Congreso en la capital de España entre los días 1 al 3 de diciembre de 1977.

Las ponencias fueron muy variadas, entre las que cabe destacar: fomentar el empleo de sistemas automáticos de protección contra incendios, teniendo en cuenta que su utilización debe complementarse siempre con la actuación de los Servicios públicos; creación y puesta en marcha de la Escuela Nacional de Bomberos; emprender una campaña de divulgación a través de todos los medios de comunicación, para llevar al ciudadano los conocimientos que le permitan actuar en un incipiente conato de incendio; crear el Día del Bombero con carácter nacional (muchos años antes, concretamente 2 de julio de 1953, se oficializó el patronazgo de los bomberos españoles en la figura del beato San Juan de Dios, previa publicación en el BOE. El día que se conmemora la fiesta de los bomberos desde entonces es el 8 de marzo, fecha de su nacimiento que, además, coincide también con la de su óbito); la necesidad de estimular la creación de laboratorios especializados en la investigación sobre temas de incendios, algo a lo que desgraciadamente nunca se le dieron las competencias a los servicios de bomber

creación y puesta en marcha de la Escuela Nacional de Bomberos. IX Congreso de bomberos. 1977

X Congreso nacional de bomberos. Puerto de la Cruz, 1979

Se celebró en el Puerto de la Cruz los días 12, 13 y 14 de diciembre de 1979, con la colaboración de la Comunidad del Valle de la Orotava. No resultó muy lúcido denominarlo «Congreso Nacional Técnico de Bomberos», nombre que se utilizó exclusivamente en esta ocasión. Asistieron noventa y tres congresistas, entre personal de los cuerpos de bomberos y responsables de seguridad del gremio hotelero. Precisamente la influencia de este sector en Tenerife estuvo motivado por el impacto ocasionado por el incendio del zaragozano Hotel «Corona de Aragón», siniestro en el que murieron 78 personas y 113 resultaron heridas, por lo que las ponencias versaron sobre este tema. Una de las ponencias fue los Peligros de incendio provocados por las instalaciones de acondicionamiento de aire, causa probable del incendio del hotel. Otra también muy relacionada con este caso fue La prevención de incendios en los hoteles en España. Y, ahondando también en ello, las ponencias: Prescripciones concernientes a las condiciones de evacuación de los edificios; Detección de incendios en hoteles; Contraincendios en los hoteles; Compartimentación vertical y horizontal; y El interés de la normalización y de los laboratorios del fuego en nuestro país.

XI Congreso nacional de bomberos. Cádiz, 1985

Con la colaboración del Consorcio Provincial contra Incendios y Salvamentos de Cádiz se organizó en esta ciudad, los días 28, 29 y 30 de noviembre de 1985, el XI Congreso patrocinado por ASELF.

Algunas de las ponencias fueron: Los campos de maniobras y las zonas de fuego para la formación de bomberos profesionales; Los Cuerpos de Bomberos y Protección Civil; Inversión y financiación en la implantación de un Cuerpo de Bomberos oficial a nivel provincial y/o autonómico

…inversión y financiación en la implantación de un Cuerpo de Bomberos oficial a nivel provincial y/o autonómico. XI Congreso de bomberos.1985

Fotos propiedad de Jose Miguel Guardingo Navarro

Bibliografía

  • Historia de ASELF. Luis Antonio Gracia Lagarda. Asociación Española contra el Fuego. 1993
  • Revista Fuego
  • Revista Alarma
  • Fotos de José Miguel Guardingo Navarro
  • Iconos by flaticon.com

¡Por separado somos invisibles, juntos somos invencibles!

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