Documentos técnicos en bomberos

En lo que respecta a los cuerpos de bomberos, no se puede decir taxativamente cómo se deben hacer las cosas para que estén bien hechas, ya que va a depender de muchos factores locales; y siendo que el servicio que prestamos es el mismo en todas partes, existen y deben existir particularidades a la hora de organizar el mismo. No obstante, sí que existe un porcentaje elevado de cuestiones comunes que bien se podrían hacer igual, e incluso compartirlas entre bomberos, haciendo más eficientes las AAPP, centrándonos en desarrollar únicamente las particularidades para ajustarlas a nuestro servicio.

Esto obviamente no se está haciendo, ya que el sistema de bomberos en España está plenamente atomizado, diversificado, descoordinado y desconectado unos de otros, y nos nutrimos de jornadas, algún  que otro congreso, de las redes sociales, del copia y pega y el traspase oficioso de documentos (de bombero a bombero) que ha logrado que, más o menos, sepamos los unos de los otros.

Partiendo de esa base, quisiera dar mi punto de vista sobre los beneficios que puede suponer para el servicio el hecho de tener claras las diferencias entre los distintos documentos técnicos que regulan nuestro quehacer diario y que muchas veces no tenemos claro del todo. Me estoy refiriendo a procedimientos, instrucciones de trabajo, sistemáticas y protocolos. ¿De qué estamos hablando? ¿son sinónimos? ¿procedimientos e instrucciones deben ser lo mismo? ¿sistemáticas y procedimientos es sinónimo? ¿protocolo y sistemática quizá? 

Implementar un sistema preventivo en una organización requiere una estructura en varios niveles. En el primer nivel se encuentra el Manual de Gestión de la PRL, que sería un documento que establece el sistema y la política en materia de PRL de una organización concreta, y que se sustentaría sobre la base de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y el resto de legislación en materia de seguridad y salud laboral. Una vez que tenemos ese manual elaborado, el siguiente nivel serían los procedimientos, que serían las distintas áreas de actuación específicas. El tercer nivel serían las instrucciones de trabajo, seguidas de las sistemáticas y los protocolos en el caso de los cuerpos de bomberos.

Yo creo que haríamos bien en diferenciar cada cosa y que aunque algunas puedan formar parte del mismo documento, que al menos sepamos qué sentido tiene cada uno y pueda servirnos de guía a la hora de gestionar mejor un cuerpo de bomberos a nivel operativo. Esto es lo que se está haciendo en el cuerpo de bomberos en el que trabajo; ya existe la figura del oficial de seguridad (aparte del servicio de prevención propio) el oficial de formación, el oficial del operativo, de infraestructuras…y se hace necesario tener claros estos conceptos para trabajar de forma armónica.

Veamos…

Pongamos un área de actuación que nos sirva para definir mejor cada uno de estos documentos, por ejemplo, accidentes de tráfico

PROCEDIMIENTOS

En los procedimientos de trabajo se van a reflejar los riesgos, las medidas de seguridad y los EPI que se deben de utilizar en una determinada realización profesional de las unidades de competencia que tienen que ver con nuestra profesión. Estos documentos se pueden denominar: Procedimientos de trabajo seguro.

Es decir, en nuestro ejemplo, este sería un documento en el que vendrían reflejados los riesgos que se pueden encontrar en las actuaciones en accidentes de tráfico, y las medidas de seguridad a aplicar para prevenir accidentes. Es decir, sería una norma de seguridad y salud en el trabajo.

INSTRUCCIONES DE TRABAJO

Dada la complejidad de los distintos elementos que intervienen en nuestras intervenciones, sería positivo desarrollar una serie de instrucciones de trabajo que describan la forma correcta de utilizar nuestros materiales y equipos, así como los procesos que realizamos habitualmente.

En lugar de que cada procedimiento incluya una a una la forma correcta de hacer las cosas con cada uno de los materiales que están presentes en una intervención, partiremos de la base de que podemos hacer un trabajo previo de cara a desarrollar instrucciones técnicas para cada material, cada equipo y cada proceso existente en nuestro SPEIS. De manera que las instrucciones son documentos con entidad propia.

Si hacemos ese trabajo previo, nuestro procedimiento se centrará en describir los riesgos y las medidas a adoptar, así como las instrucciones de trabajo relacionadas.

Dichas instrucciones de trabajo no quedarán ligadas indefectiblemente a un procedimiento en concreto, sino que tendrán cuerpo propio y servirán para varios de ellos, y si las conocemos podremos ir ligando procedimientos para dar una mayor congruencia a nuestra profesión, cohesionando su carácter multidisciplinar.

Las instrucciones de trabajo para el caso de accidentes de tráfico serían las relacionadas con los equipos hidráulicos, equipos de corte, señalización y emplazamiento de vehículos en carretera, triaje, etc.

SISTEMÁTICAS

Una vez que tenemos claros los riesgos de nuestras intervenciones, la forma de usar nuestros materiales y equipos, y de llevar a cabo los distintos procesos, entonces procederemos a desarrollar una sistemática que organice el trabajo durante las intervenciones teniendo en cuenta el turno que tenemos, los vehículos, nuestra área de actuación, tiempos de respuesta, las posibilidades de recibir ayuda de otro parque, etc. 

Nuestra sistemática se encarga de adaptar nuestras funciones como personal interviniente en accidentes de tráfico a la realidad de nuestro parque. Qué tareas hay que hacer, en qué orden, quién hace qué…

PROTOCOLOS

En las emergencias confluimos distintos servicios públicos, con funciones distintas, o con otros SPEIS con idénticas funciones. Tanto un caso como el otro requiere tener clara la forma de actuar conjuntamente en pro de que la colaboración esté prevista, no se dupliquen acciones y nos coordinemos de forma eficaz y eficiente.

Podemos ver que en la elaboración de los protocolos no nos compete sólo a bomberos sino que requiere de la participación del resto de servicio que recoja dicho documento, por lo que su elaboración revierte cierta complejidad y dedicación.

En el caso de accidentes de tráfico el protocolo se referiría a la actuación conjunta de servicios policiales, sanitarios y bomberos para una zona concreta, que puede ser una comarca, una provincia o una comunidad autónoma.

Desde luego que estas cosas se pueden hacer de otra manera; se pueden hacer procedimientos que incluyan instrucciones de trabajo, incluso sistemáticas que incluyan el propio procedimiento. No obstante, desde mi punto de vista, considero que es necesario hacer instrucciones que abarquen todo el elenco de materiales, equipos y procesos, y que dichas instrucciones formen parte de los procedimientos de trabajo y después aseguren el desarrollo del trabajo in situ mediante las sistemáticas y los protocolos de actuación.

FORMACIÓN

Para terminar no podemos dejar de introducir un factor imprescindible para que lo anterior llegue de verdad a la plantilla… LA FORMACIÓN.

Las instrucciones, los procedimientos y las sistemáticas y protocolos conforman la base de la formación, y han de formar parte de un programa de formación diaria, dentro del turno (formación de entrenamiento) que pueda complementarse con cursos monográficos (de perfeccionamiento o actualización); además de otras acciones formativas que complementen el currículo que garantice un contacto permanente y sistemático con las realizaciones profesionales incluidas en las unidades de competencia de las cualificaciones profesionales asociadas con nuestro trabajo. 

Y con ello cerraríamos el círculo…

TÉCNICAS DE TRABAJO

Sin embargo, todavía falta un aspecto importante que tratar y que es ineludible tener en cuenta, se trata de las técnicas de trabajo.
En otra entrada abordaremos ese tema…